Tiempo de opinar
Por Raúl Hernández Moreno
— Y encima los rojos deben agradéceselo
— El voto se le caerá al PRI
De la patada le fue al PRI en el convenio de coalición que firmó con el PAN para las elecciones de Tamaulipas del 2 de junio de éste año y que quedó registrado ante el IETAM, la tarde de ayer
El PAN va a postular candidatos en 39 presidencias y el PRI en cuatro: Abasolo, Guerrero, Jiménez y Güemes, que en conjunto tienen una población de 35 659 habitantes en un universo de 3.5 millones que tiene Tamaulipas. Los cuatro municipios son los únicos que el PRI ganó en el 2021.
De los 22 distritos, el PAN impondrá a 14 candidatos y el PRI a ocho.
El PAN no agandalló las candidaturas: es el PRI quien permitió que lo mancillaran. De nada sirve que Paloma Guillén esté al frente del PRI: sus mejores años ya pasaron y ahora es un pelele de sí misma.
En el ámbito federal, el PAN pondrá al candidato de la primera fórmula del senado, lo que permite que quedando en segundo lugar, llegue al senado y propondrá a 5 de los 8 candidatos a la diputación federal, incluyendo el Primer Distrito de Nuevo Laredo.
El PAN también designará al candidato a diputado local por el Distrito 2 y en cambio le regaló al PRI los distritos 1 y 3. En el 2021, el PAN perdió de manera humillante en el Distrito 1, con una diferencia de más de 8 mil votos. El Distrito 3 comprende el sur de Nuevo Laredo y los municipios de la ribereña, donde por razones de seguridad pocos quieren ir.
En el cabildo, al PRI el PAN le regaló las regidurías 6 y 7. La primera tiene altas posibilidades de llegar, la segunda no.
Hay que recordar que en la elección del 2021 el PAN obtuvo 513 mil 179 votos, equivalentes al 35.90 por ciento de la votación emitida en el estado, que fue de un millón 429 mil 109. El PRI alcanzó 132 mil 390 votos, el 9.20 por ciento.
El PAN pude argüir que le dio al PRI posiciones en función de sus votos, pero la realidad es que para que el PRI conserve sus cuatro municipios y sus dos diputaciones plurinominales no necesita al PAN y en cambio éste sí necesita al PRI.
En el 2021, el PRI obtuvo una regiduría en el cabildo de Nuevo Laredo, sin estar aliado con el PAN. Ahora, obtendrá 1 regiduría, pero aliado con el PAN. La única ventaja de quedar tablas, es que el PRI ya no se ocupará ni preocupará por conseguir candidato a la alcaldía y mucho menos se preocupará por conseguir 100 millones para una campaña modesta o 200 para una chingona, como diría la pelangocha de la Xóchitl.
Pero los priistas perdieron la vergüenza y ahora que los mancillan, en vez de protestar deben agradecer que el PAN les hace el favor. De ese tamaño es su desvergüenza.
Si en el 2021 el PRI consiguió arriba de 10 mil votos con una súper candidata, en el 2024 están condenados a que la votación caiga en un pozo sin fondo, pues no habrá razones para pelear, para luchar, para competir.
Encima, la jerarquía priista le pedirá el voto a los sectores y a la militancia para que Fernando Castillo y Laura Valdez lleguen al cabildo y terminen beneficiándose asimismos.
Con sobradas razones, Jesús Valdez y Jesús Ramos decidieron abandonar al PRI semanas atrás. Para empezar la dirigencia municipal incumplió los acuerdos que se hicieron cuando los dos grupos unieron fuerzas para cerrarle el paso a Cristabell Zamora.
Pero ahora viene este agandalle de las regidurías, pues ofrecerles las candidaturas a las diputaciones por los distritos 1 y 3, sería pedirles que se den un balazo en el pie.