Arrancó programa Paisano

Eduardo Pacheco
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Arrancó programa Paisano

 

-Se espera el cruce de 150 mil

-Pasemos de los propósitos a la realidad

-El avasallador poder de Morena

 

 

Tiempo de opinar

Raúl Hernández Moreno

28-noviembre-2024

 

El gobernador Américo Villarreal y la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas pusieron en marcha el programa “Héroes paisanos”, en el cual participan los tres niveles de gobierno.

Este año se espera el cruce de más de 150 mil paisanos por está frontera y se busca que se sientan seguros, que las autoridades no se acerquen a ellos para molestarlos y menos para quitarles dinero.

Los connacionales que radican y trabajan en Estados Unidos, de manera legal o ilegal, se han convertido en un icono, en tiempos de un Donald Trump que regresa a la presidencia de su país con las pilas recargadas y tiene sed de venganza. No busca quien se la hizo, sino quien se la pague.

Hoy, por lo pronto, la amenaza de deportar a millones de ilegales ha encarecido el cruce ilegal al vecino país, de entre 3 y 6 mil dólares, a 10 mil dólares.

La amenaza es real, no es blof de Trump.  Los connacionales son necesarios para la economía de Estados Unidos, pero son reemplazables. Si un día fueran echados 20 millones de mexicanos, mañana habría 20 millones de centroamericanos, africanos, asiáticos o europeos para reemplazarlos.

No es con bravuconadas como se debe responder a Trump, sino con inteligencia.

En fin, la bienvenida a los paisanos más que un propósito y un slogan, debe ser una realidad.

En otro tema, hubo un tiempo en que los mexicanos prácticamente nacían siendo católicos y priistas. Oponerse a ambas instituciones, acarreaba problemas en la sociedad. Pero esos son tiempos que ya se fueron y afortunadamente no regresarán. Hoy somos una nación donde se permite y se práctica la libertad religiosa -o a no creer- y la política.

En los años ochenta, del siglo XX, el PRI decía tener 25, 30 millones de afiliados, aunque en elecciones nunca alcanzaba esas cifras, ni siquiera cuando era dueño del aparato electoral y del represor.

Hoy casi casi es obligado ser militante o simpatizante de Morena. O al menos no hacer aspavientos de simpatía hacía otros partidos, para evitar bullyng. Ser opositor, y aceptarlo públicamente, se ha convertido en práctica difícil.

Morena tiene actualmente un padrón de afiliados de dos millones 322 mil 136 mil, muy por encima del PRI que reporta un millón 411 mil y 277 mil del PAN. Esa cifra de 2.3 millones de afiliados está muy alejada de los 36 millones de votos que ese partido obtuvo en la última elección federal.

La lideresa nacional de Morena, María Luisa Alcalde anunció, en su reciente visita a Tamaulipas, el objetivo de llegar a 311 mil afiliados en la entidad, cifra modesta en comparación a los 550 mil beneficiarios de los programas federales registrados en el estado y muy alejada del más de millón de votos que el partido guinda obtuvo en las elecciones de junio pasado.

Alcalde bien pudo fijar la meta de afiliados en los 550 mil beneficiarios de los programas federales, en el más de millón de tamaulipecos que votaron a favor de los guindas en la última elección o en dos o tres millones de afiliados. Una u otra cifra, dicen lo mismo.

Cada vez es más avasallador el poder de Morena en todo el país y no sería raro que a este ritmo regresemos a los tiempos del PRI de los ochenta para atrás, cuando a los opositores serios como un Salvador Nava o un Manuel J. Clouthier se les reprimía a sangre y fuego, literalmente, en el caso del primero o terminaban muertos en accidentes harto sospechosos, como en el caso del segundo. Entonces no había de otra: era casi obligado estar con el PRI.

En los tiempos del PRI anterior a la década de los ochenta, se utilizaba a Hacienda o a las autoridades judiciales para presionar a los opositores. Hoy es lo mismo y por eso políticos como Miguel Ángel Yunes prefieren doblar las manos y sumarse a Morena, a cambio de impunidad.

En política ya no hay ideologías, lo que reditúa es ser pragmático.

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