México republicano
-Históricamente, la ultraderecha ha sido organizada
-No quieren nada ni con el PRI ni el PAN
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Raúl Hernández Moreno
17-diciembre-2024
El anuncio de que un grupo de políticos trabajan en la creación del Partido México Republicano, ha generado controversia e incluso la presidenta de México, Claudia Sheinbaumb, adelantó que no tendrá éxito.
El líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, también opinó con sarcasmo sobre este proyecto.
Lo que llama la atención es que quienes están detrás de México Republicano, como el ex gobernador de Guanajuato, José Manuel Oliva, abiertamente se asumen como una agrupación ultra conservadora, de ultraderecha.
Es lo mismo que en Estados Unidos dicen los militantes del Partido Republicano, que están en contra del aborto, de la eutanasia, de las distintas clases de géneros sexuales y están a favor del uso de armas para defensa personal. No hay, pues, engañó, a diferencia de cierta izquierda mexicana que está a favor de convertir al país en un satélite de Corea del Norte, de China, Rusia o Cuba, pero se ocupan de ocultarlo, Ya lo dirán si se convierte en realidad.
Lo que también es cierto es que la ultraderecha mexicana históricamente ha demostrado que tiene una gran capacidad de organización, incluso para desafiar al poder constituido.
Lo vimos en el siglo XIX, cuando la iglesia desafió a la autoridad, primero de 1858 a 1861, durante la guerra de reforma, luego durante la invasión francesa y el Imperio de Maximiliano. Durante una década el país estuvo en guerra y la iglesia estuvo en contra del gobierno.
En 1911, la iglesia creó el Partido Católico Nacional que invitó a Francisco I. Madero a ser su candidato presidencial, pero esté no acepto porque no era católico, era espiritista. El PCN fue disuelto en 1914.
En 1926, nuevamente la iglesia desafió al poder constituido y sumió al país en una guerra civil que duró tres años y dejó más de 250 mil muertos, entre cristeros, fuerzas leales al gobierno y civiles y provocó la emigración de otros 250 mil mexicanos que huyeron a Estados Unidos, para protegerse de la inseguridad.
A principios de la década de los setentas del siglo pasado, la ultraderecha en Jalisco desafió y enfrentó a la guerrilla urbana en ese estado.
Desde la Universidad de Guadalajara surgió la Federación de Estudiantes de Guadalajara, que contó con el apoyo del gobierno estatal y federal y para enfrentarlos se creó la Federación de Estudiantes Revolucionarios que con el tiempo se radicalizó y muchos de sus militantes se fueron a la guerrilla.
A finales de 1970, ambos grupos se enfrentaron a golpes y balazos. Antonio Medina Lua, presidente de la FEG, recibió un balazo en el estómago. Por instrucciones del presidente Gustavo Díaz Ordaz, Medina fue trasladado en un avión militar al hospital militar en el Campo Número 1, de ahí se le envió a Houston y luego de regreso, pero murió. De ese tamaño eran las querencias entre la ultraderecha y el presidente en turno.
México Republicano pretende aglutinar a los inconformes con el PAN y el PRI y pretenden, en el futuro, convertirse en un partido opositor que pueda ser un contrapeso al oficialismo. No quieren alianzas con ninguno de los dos partidos.
También han dicho que buscarán mantener relaciones cordiales con el Partido Republicano de los Estados Unidos y con el gobierno estadounidense. Hacen bien: no se puede pelear el país con su principal socio comercial.
Falta mucho camino por recorrer a México Republicano. El tiempo dirá si logra convertirse en partido real, pero sobre todo en una oposición real y no en las caricaturas en que están convertidas el PAN y el PRI.