Son cien; pero pudieran ser mil o diez mil.
La celebración de los cien días de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, mucho me temo que tendrá un muy mal mensaje: la ausencia TOTAL de autocrítica.
Siguiendo puntual el modelo de gobierno de AMLO la señorita Claudia nos asegura con vehemencia que todo marcha bien en el país, aunque su rostro y lenguaje corporal refleja todo lo contrario.
Algunos observadores estamos confundidos pues no podemos entender cómo una científica, según sus reputados aduladores de ayer y hoy, puede pensar que la realidad son sus mensaje y no lo que sucede en nuestro entorno y se puede mostrar OBJETIVAMENTE.
El modelo comunicacional de la presidenta CSP idéntico al del ex presidente, o sea su “diálogo circular” con el pueblo por medio de sus conferencias mañaneras, no ha podido entender que ella NO es AMLO y que por tanto DEBE ADECUARLO A SU PERSONALIDAD.
Lo socarrón de AMLO cuando le escurrían las críticas excepcionales de alguien de sus audiencias controladas a golpe de bolsillo, por ejemplo de madres buscadoras, madres de hijos con cáncer, campesinos desplazados por la delincuencia organizada y problema similares más, el entonces presidente AMLO simplemente las ignoraba y con un chascarrillo cambiaba de tema.
Salvo su mejor opinión pero a mí me parece que en un gobierno con “apoyo masivo del pueblo” es más condenable la carencia de autocrítica que la mentira y la manipulación informativa.
Ya son pocos los chairos y peje zombies que se creen esa versión de que los gobiernos priístas y panistas del pasado fueron ejemplo mundial de corrupción, perversión, maledicencia y satanismo.
Y la explicación es muy simple…….¿Con los mismos pecadores que hundieron al país, la Cuatro Té podrá “cambiarlo”?. Ello asumiendo que el 90% de sus servidores públicos y legisladores son de ese origen partidario.
Permítame insistir: salvo que alguien sea capaz de mostrarme lo contrario, pero el principal déficit de éste y el anterior gobierno es…LA CARENCIA ABSOLUTA DE AUTOCRÍTICA.
Pudiéramos celebrar los cien, los mil o los diez mil días de gobiernos Cuatro teístas pero mientras sigan viendo un país color de rosa y negando la realidad, pronto ésta los hará entrar en shock y su modelo “circular de comunicación” se los comerá.
Habrá que cambiarle la letra a la canción y olvidar la culpabilidad “histórica” de los gobiernos del PRI-PAN del pasado.
Pocos dudamos que si la presidenta CSP no cambia su forma de gobierno asumiendo su propia identidad y archivando las acciones de su antecesor, si no lo hace en menos de dos años, será imposible diferenciar su personalidad con la de su impulsor pues la tiene atada: de manos y pies.