
Por Carlos López Arriaga
Teuchitlán divide opiniones
Cd. Victoria, Tam.- Paradoja habemos. Por un lado, la Presidenta SHEINBAUM reconoce y se horroriza por el campo de exterminio en Jalisco, dialoga con el gobernador naranja PABLO LEMUS y orquesta acciones de seguridad conjuntas.
En la esquina contraria, personajes como GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA (y redes que lo acompañan) se han instalado en una postura negacionista, que minimiza lo acontecido, niega buena parte de los hechos y se mofa de la adolorida opinión pública.
El exmilitante del PRD, exmiembro del PT y hoy de MORENA, calificó el recuento de víctimas como “presunciones”. Y empleó un argumento no solo surrealista sino de franca burla.
Entre su indiferencia por la tragedia y la reiterada inquina contra los críticos, el senador escandaliza en redes cuando comenta cosas como:
-”¿Hay 200 zapatos?, si, si, si, ¿pero quien dice que son de 200 personas desaparecidas.”
Niega la magnitud del problema que el macabro descubrimiento representa para el gobierno de la doctora SHEINBAUM. En medios comparan el caso con el rapto, desaparición y asesinato de los normalistas en Ayotzinapa (2014), que ensombreció sin remedio al gobierno de ENRIQUE PEÑA NIETO.
ALTO CONTRASTE
La diferencia es que CLAUDIA se apresuró a condenar los crímenes desde el primer día, se solidarizó con los deudos y movilizó a su gabinete de seguridad para investigar el campamento del rancho “Izaguirre”.
Vaya contraste. NOROÑA, en cambio, se queja del “golpeteo” en los medios y niega a la opinión pública su derecho a la indignación, del cual hizo uso siendo opositor cuando ocurrió el caso Ayotzinapa.
En cambio, ante los hechos en Jalisco, se exhibe complaciente. Una masacre de tales dimensiones le mereció por respuesta tan solo un gesto apático y el reiterado desprecio a la prensa que cubrió el episodio.
Flaco favor le hace al gobierno de CLAUDIA SHEINBAUM, en momentos tan delicados para México, en especial en nuestra relación con Estados Unidos, cuando el presidente TRUMP ha otorgado a los cárteles la categoría de- terroristas.
Y todo ello, a dos semanas de cumplirse el nuevo plazo que otorgó la Casa Blanca a su amenaza arancelaria, cuya aplicación (o postergación) depende de los avances que México demuestre en los puntos favoritos de TRUMP: (1) el freno a la migración, (2) el combate a los cárteles y (3) la lucha contra el fentanilo.
DOS DELIRANTES
He comentado aquí la continuidad entre los proyectos de DONALD TRUMP y RONALD REAGAN. Incluyendo el eslogan de campañas; lo que para REAGAN en 1980 fue “Let’s Make America Great Again” para TRUMP sería (en 2016 y 2024): “”Make America Great Again”. Igual traducción: “Hagamos que América sea grande otra vez.”
Por ello estos plazos que pone DONALD a México son como ofertas de plata o plomo. Refuerzos conductuales, premio o castigo según obedezcan las órdenes del imperio.
Se recordará que REAGAN impuso en 1986 el requisito de certificación a otros países en su lucha contra el narco y la delincuencia, en su famosa “Ley Contra el Abuso de las Drogas”.
REAGAN (como ahora TRUMP) se arrogaba el derecho de decidir a qué gobierno pondría una estrellita en la frente por acatar sus designios. Obediencia que sería recompensada con ayuda económica y militar.
Y también asistencia financiera, comercio preferencial así como su aval para que dichos países accedieran a préstamos en el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo.
A los chicos rejegos, los gobiernos “descertificados”, REAGAN cancelaba una lista larga de apoyos. Ayuda económica, asistencia financiera, fondos para el desarrollo, programas sociales y ayuda militar. Amén de vetar la concesión de préstamos por las instituciones ya mencionadas: BM, FMI y BID.
Esto fue en los ochenta. Ahora con TRUMP se castiga a los desobedientes con la asfixia económica mediante la imposición de aranceles leoninos. Nada nuevo bajo el sol. TRUMP presiona a México con un mecanismo similar a la certificación de REAGAN. Pero su renovación ya no es anual, sino mensual.
¿QUÉ SIGUE?
El mandamás de la Casa Blanca aprieta o afloja la horca según sus antojos imperiales, pero también (ojo) aprovecha dificultades de las naciones vecinas. Jure usted que el campo de exterminio descubierto en Jalisco será argumento en la agenda de presiones antes de terminar la actual prórroga mensual.
El mes pasado, la ofrenda al tiránico dios de los aranceles fueron algunos golpes sustantivos al fentanilo, el despliegue de 10 mil guardias en la línea fronteriza y la deportación de 29 capos.
¿Qué pedirán esta vez y qué podrían ofrecer los mexicanos para seguir ganando tiempo?… Sabemos que los gringos quieren una segunda cuerda de reos, pero ahora con narcopolíticos. Tema delicado. Sobre todo al elegir cuáles. A manera de ocurrencia, quizás algún exgobernador panista de Tamaulipas.
Aunque peor se pondrá la cosa si los halcones de Washington buscan repetir en Jalisco la película de horror que antes vimos en Sinaloa. De aquí los focos rojos, hoy visibles en el CJNG.
Otro detalle curioso, la presencia de un barco destructor modelo USS-GRAVELY, dotado con misiles inteligentes. Pero esta vez no llega por el Pacífico, como el portaviones NIMITZ y el avión espía RIVET JOINT.
El nuevo visitante viene por el Atlántico, es decir, el Golfo de México, donde se ubican entidades mexicanas como Yucatán, Campeche, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas. Veremos.
BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com