
POR: Evaristo Benitez Castro
Engolosinado.
Es envidiable el aparato de promoción política que hacia fuera de la universidad tiene el Rector, Dámaso Anaya Alvarado; miles de académicos, cientos de científicos y publicaciones de sus investigaciones en revistas especializadas del mundo y en fin múltiples cualidades de la UAT son dadas a conocer a una ávida sociedad tamaulipeca y nacional, que tiene un auténtico orgullo en la calidad de nuestra mas grande universidad pública de la entidad.
El ocho de abril pasado y en éste mismo espacio bajo el encabezado de ……”¿Por qué tiene mejor prensa Dámaso que Américo?” establecimos una línea general que hoy ejemplificaremos con algunos datos concretos.
Allá por los noventas su servidor y amigo escribía sólo para las empresas de la familia Villarreal Caballero (dueños de El Mercurio y La Verdad de Tamaulipas) y tanto a los editorialistas como a los directivos nos traían de uno al otro periódico, supongo que por estrategia de los dueños para prevenir-evitar que se saliera de control su línea editorial tras los vaivenes de las políticas públicas sexenales.
En cierto momento y cuando aún sentía yo interés por el desarrollo de la UAT, en tanto que junto con mis hijos ahí fuimos formados…”haiga sido como higa sido”, le decía cuando tenía interés, escribí unos artículos donde analizaba según mi personal percepción, las causas de la paulatina pero constante involución académica de la UAT; que como todo egresado sabe fue y es el porrismo y la sustracción de sus recursos públicos, convalidado por los gobernadores en turno.
Con dicha certeza me presenté con mis escritos en tiempo y forma, que daban para unas tres colaboraciones en las páginas editoriales de entonces.
Sobra decir que de inmediato el jefe editorial me dijo: “aquí no se publicarán tus comentarios”.
Tanto en El Mercurio como en La Verdad de Tamaulipas se mantuvo la postura…..”El día de la chingada se publicarán aquí éstas columnas” me dijo en confianza Roberto Sepúlveda Mandujano.
Como éramos casi de la misma edad y con hijos de edades similares (incluso nuestras hijas fueron compañeras en gimnasia) con libertad y confianza plena Roberto me dice……..
“Mira, aunque no tengo ninguna obligación de decírtelo pero lo haré: el director de comunicación de la UAT, fulano de tal, me pagó TODA LA CUENTA de la fiesta de quince años de mi hija”.
Agrega…..”Pero incluso aunque “La Viruta” no lo hubiera hecho, la línea de los patrones es no tocar a la UAT con comentarios negativos, por reales que sean “.
Sorprendido le pregunto…..” Y de cuánto dinero estamos hablando”.
Roberto me dice para cerrar el tema…..”No menos de 80 mil pesos”.
Yo todavía no conforme le insisto…..¿Y tú se lo pediste?.
Fíjate que no, responde Roberto: “no se cómo se enteran éstos cabrones de mis asuntos personales, pero antes de pedir la cuenta de la fiesta me avisaron que se había pagado previamente”.
Llego al meollo del asunto: desde que la UAT goza de un atractivo presupuesto público (que sería desde 1976 a la fecha), la labor de sus publirrelacionistas supera a la imaginación de los promotores de imagen del gobernador en turno.
Y hablamos de CUALQUIER Rector en turno; MAYOR valor agregado le debemos dar al asunto cuando se trata de un Rector (Dámaso Anaya Alvarado) destinado a mayores estadios (por voluntad del gobernador AVA)……¿Pero cual es el destino del joven Dámaso en el corto plazo?.
En ello especularemos a partir de mañana, Dios Mediante; por hoy espero haber explicado del porqué es tan fácil que un Rector se engolosine en su puesto “académico”.