El diezmo de 50 millones

Eduardo Pacheco
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El Patinadero
Juan Antonio Montoya Báez
El diezmo de 50 millones
La ambición rompe el saco, lo cual sucede en el caso del reciente contrato por el cual se inicia una gran controversia por ser un negocio de 500 millones de pesos.
Es un número que vuelve loco a cualquiera, pero más a un político de nuevo cuño y que pertenece a las filas del 4T, que llega a su primera responsabilidad fuerte, carente de mundo y lo convierten en patrón con todo lo que implica, pues muchos de ellos no tenían preparación emocional ni profesional para desempeñar un cargo de alta responsabilidad.
Son responsabilidad que se entregaron por amiguismo, influyentísimo o complicidad o por los tres factores, pues de otra manera no podemos entender como un ejecutivo de cuenta de Santander casi lo convierten en tesorero, para ocupar finalmente una dependencia donde roba a manos llenas.
O como una jefa de departamento arriba a la titularidad de la Seduma, la que convirtió en su cueva, pero con menos ladrones que la de ALI BABA, pues en el reparto del dinero sólo hay un cuadro chico. Los negocios se hacen con amigos de KARINA LIZETH SALDÍVAR LARTIGUE.
Pero, en esta ocasión nos referimos al deslumbrante caso de la ex titular de Bienestar Social, VERÓNICA AGUIRRE, quien llega a la dependencia encargada de la política social, la misma que fracasa desde el sexenio de EGIDIO TORRE CANTÚ.
VERÓNICA no tenía las tablas, ni la capacidad para ejercer esta responsabilidad, pero en la campaña de la 4T se hizo amiga de quien reparte y comparte los puestos, por lo que salió favorecida en la toma de decisiones y se convirtió en un lastre más de la administración, de los varios que arrastran.
Sin embargo, en este caso, es una pérdida por 500 millones de pesos que debe pagar la administración, pues un empresario que ganó una demanda por esa millonaria cantidad.
VERÓNICA AGUIRRE cuando era titular de la dependencia lanzó una licitación amañada, de esas que casi no existen en la función pública, por un monto aproximado a los 500 millones de pesos para el suministro de despensas en la entidad.
La convocatoria la ganó un empresario de nombre ALEJANDRO VALDEZ, sabía que todo estaba arreglado, de antemano fue favorecido con todos los términos del contrato y las condiciones que existían para ganar la licitación.
Le dijeron de cuanto sería el monto a pagar, todo se hizo a través de un tercero, quien se encargó de realizar la negociación.
Se fijó el monto de un pago del 10 por ciento del contrato, el empresario aceptó la propuesta, pues era un negocio que dejaría una ganancia que pensó sería superior a esa aportación que le era requerida.
De acuerdo a las versiones, el empresario ya con el contrato se hizo el olvidadizo y se negó a entregar el diezmo, por lo que VERÓNICA AGUIRRE lo canceló.
ALEJANDRO se dice engañado y estafado, pero no es así, sabía el costo del negocio y las condiciones para obtenerlo. VERÓNICA nunca lo engaño, le quitó el contrato, cuando no pagó el diezmo de 50 millones y por eso fueron demandados.
En todo caso chamaquearon a una torpe secretaria ambiciosa que soñaba con embolsarse una millonaria cifra.
En los tribunales nunca se escribirá la verdadera historia, uno dirá que es un honesto empresario al que despojaron de un contrato y una ex Secretaria que le quito un negocio que ganó limpiamente y que ahora lo amenaza para que se desista. No se vale llorar.
Siempre hay dos caras de la moneda, pero nadie mostrará la verdadera, negociarán con máscaras, la de Tinieblas y el Averno son las de moda.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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EL PATINADERO
LIC. JUAN ANTONIO MONTOYA BAEZ
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