Habrá nueva reforma electoral
-¿Qué pasará con el INE?
-TRIFE aliado de Morena
-Debe haber austeridad para legisladores
Tiempo de opinar
Raúl Hernández Moreno
25-junio-2025
La presidenta Claudia Sheinbaum reiteró que promoverá una reforma electoral, pero aclaró que el Instituto Nacional Electoral conservará su autonomía. Suena bien, el problema es que en este país se hace lo contrario de lo que dice el gobierno; pero, además, la presidenta no se distingue por hablar con la verdad.
La presidenta concentra los tres poderes. Con este autoritarismo, le es fundamental el poder judicial porque controla la Suprema Corte de Justicia, el Tribunal del Poder Electoral y la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, lo que le garantiza poder echar abajo cualquier decisión que tome el INE y con la cual no esté de acuerdo. Con está ventaja, ¿para qué quiere destruir al INE?, es una rudeza innecesaria.
Lo que debe preocupar es su empeño en quitarle presupuesto al INE, porque con ese objetivo, igual y decide que para ahorrar dinero en vez de hacer una elección se elija a los candidatos mediante una tómbola, lo que saldría muy barato.
Entre los objetivos de la reforma electoral que quiere el gobierno, se encuentra el tema de los plurinominales. Sería fabuloso reducir estas posiciones a la mitad, es decir de 64 senadores, pasar a 32 y de 200 diputados a 100. Pero, además, que no se decidan mediante una lista, sino que se otorguen a los candidatos que queden en el segundo lugar de las elecciones.
Esto ayudaría a terminar con los zánganos de alto nivel. Con Gerardo Noroña, Adán Augusto, Ricardo Monreal; con Ricardo Anaya, Santiago Creel y Lilly Téllez; con Alejandro Morena y Rubén Moreira; con Alberto Anaya, Dante Delgado y demás individuos que no compiten en las urnas, que llegan a las posiciones sin exponerse a una derrota, sin gastar dinero. Es una práctica antidemocrática.
También es hora de que la austeridad llegue a senadores y diputados, que dejen de recibir sueldos y prestaciones astronómicas. Aunque ya sabemos que lo de la austeridad morenista es otro de los grandes mitos: no hay tal. Tenemos un gobierno rico y un pueblo extremadamente jodido. Mientras haya ciudadanos pobres, habrá votos.
En fin, habrá que esperar la propuesta de reforma electoral y ver qué propone el gobierno, lo que se aprobará, sin quitarle un punto y una coma, si eso quiere Morena. Harían bien en no caer en la farsa de organizar foros de consulta ciudadana, en los que se escucha a los ciudadanos, pero sus propuestas no se incorporan a los cambios. Eso lo vimos con la reforma al poder judicial, en los que se organizaron foros, pero la entonces presidenta electa fue tajante y clara: la elección se iba a realizar, dijeran lo que dijeran los adversarios.
Hasta los actuales ministros tuvieron la ocurrencia de asistir a los foros citados, creyendo ingenuamente que lo que dijeran sería analizado y tomado en cuenta.