Adelantan la batalla por el poder

Eduardo Pacheco
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CONFIDENCIAL
Por ROGELIO RODRÍGUEZ MENDOZA.
Adelantan la batalla por el poder
La política en Tamaulipas ha encendido motores antes de tiempo. Lo que debería ser un periodo de calma relativa, en medio de la mitad del sexenio, se ha transformado en un hervidero de acusaciones, destapes anticipados y estrategias de desgaste entre los principales actores partidistas. El termómetro político marca temperaturas inusualmente altas, presagiando un ciclo de confrontación que apenas comienza.
El primer episodio lo protagonizó el Partido Verde Ecologista de México con el “destape” de la senadora, Maki Esther Ortiz Domínguez, como eventual candidata a la gubernatura en 2028. Una jugada tan adelantada que luce más como un acto de rebeldía que como un cálculo político sensato.
Ese movimiento encendió las alarmas en Morena, su aliado en la elección de 2022, pues lo interpretaron como un abierto desafío a la disciplina de la coalición. El Verde mostró sus cartas demasiado pronto y eso bastó para sacudir la frágil calma que prevalecía.
La consecuencia inmediata fue la renuncia de la diputada local, Ana Laura Huerta Valdovinos, al PVEM, para incorporarse a la bancada de Morena. La legisladora lo justificó con frases amables, hablando de “apoyo” y “apapacho”, pero todos saben que la decisión obedeció a instrucciones políticas y no a sentimientos personales.
Para rematar, la dirigencia estatal de Morena convocó a conferencia encabezada por la maestra María Guadalupe Gómez Núñez, con el mensaje categórico: “Tamaulipas es guinda y nada más”. No fue un deslinde diplomático, sino un golpe en la mesa para dejar claro que no habrá espacio para ambigüedades.
Ese mensaje no sólo buscó frenar al Verde, también pretendió marcar territorio frente a la oposición panista. Y es que desde su exilio texano, el exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca ha intensificado sus movimientos, azuzando a los suyos para mantener viva la confronta con el gobierno morenista.
El exgobernador, impedido de regresar a México por la orden de aprehensión que lo persigue, se ha convertido en una especie de operador remoto. Desde McAllen lanza mensajes, presiona a través de terceros y busca colarse en la conversación pública a golpe de denuncias mediáticas.
Un ejemplo reciente fue la denuncia presentada por el diputado federal Federico Döring, señalando a funcionarios tamaulipecos de presuntos actos de huachicol y otros delitos. Nada que pueda sostenerse jurídicamente, pero suficiente para generar ruido en la opinión pública.
Morena no se ha quedado cruzado de brazos. La respuesta ha sido contundente: abrir nuevas carpetas de investigación contra el exmandatario, ahora por un presunto desfalco superior a los 343 millones de pesos en la Secretaría de Salud.
Además, en la sesión extraordinaria de este mismo miércoles, Morena y sus aliados lograron que el Pleno aprobara un punto de acuerdo para reabrir las cuentas públicas del sexenio cabecista, con especial énfasis en el presunto pago de 46.3 millones de pesos a sus abogados particulares con dinero público.
El Congreso instruyó a la Auditoría Superior del Estado a hurgar en esas cuentas, a investigar si existieron contratos legales que avalaran esos pagos o si se trató simplemente de una desviación descarada de recursos.
Con ello, la confrontación entre Morena y Cabeza de Vaca sube otro peldaño. Es evidente que el exgobernador es visto como una amenaza latente rumbo al 2027 y 2028, y la estrategia es neutralizarlo a fuerza de denuncias y exhibiciones públicas.
En este contexto, la política tamaulipeca ha comenzado a polarizarse en exceso. Es evidente la existencia de una lucha de poder marcada por destapes adelantados, renuncias calculadas y acusaciones sin tregua.
La elección de 2027, cuando se renovarán los 43 ayuntamientos y el Congreso local, será el primer gran ensayo de esta confrontación. Morena buscará consolidar su hegemonía, el PAN intentará resucitar y el Verde, a pesar de los desaires, querrá mantenerse en la jugada.
Pero es el 2028 la verdadera joya de la corona: la sucesión de Américo Villarreal Anaya. Por eso, aunque parezca demasiado pronto, los bandos han comenzado a alistarse con estrategias que revelan la ansiedad por controlar el tablero.
El ciudadano común observa, desconcertado, cómo los partidos juegan a adelantarse en una carrera que todavía está lejos de la meta. Una carrera que, si sigue al ritmo actual, amenaza con volverse aún más ríspida y desgastante.
No es casual que los discursos suban de tono, que las denuncias se multipliquen y que los destapes se adelanten. Todo responde a un escenario de polarización que crece día con día, abonado por la ambición de los grupos en pugna.
Lo cierto es que Tamaulipas vive ya en clave electoral. La polarización no es una amenaza futura: es una realidad presente que marcará la vida política del estado en los próximos tres años.
EL RESTO.
LALO GATTÁS: TRANSFORMAR CON HECHOS.
Eduardo “Lalo” Gattás, el alcalde morenista de Victoria, ha demostrado que gobernar no es prometer, sino cumplir. En su primer informe de gobierno ante el Cabildo, habló de frente, reafirmando que Victoria, la Capital y Corazón de Tamaulipas, avanza con la convicción de transformar la esperanza en hechos concretos que mejoren la vida de la gente.
Su administración se sostiene en cuatro grandes ejes: confianza en el gobierno, bienestar en los hogares, servicios públicos dignos y desarrollo para el futuro. No son frases huecas; son directrices que se reflejan en obras, programas y acciones que empiezan a devolver a los victorenses la certeza de que el gobierno municipal trabaja a su favor.
Con visión política, Gattás reconoció al gobernador Américo Villarreal Anaya como el mejor aliado de los victorenses en la tarea de resolver juntos los grandes retos de la ciudad, y a la presidenta Claudia Sheinbaum como inspiración para construir un país más justo y humano. Esa coordinación, dijo, es clave para que Victoria siga avanzando.
“Servir siempre al pueblo de Victoria, con la frente en alto, con el corazón en la mano y con la voluntad de no rendirme jamás”, expresó. Una frase que sintetiza su estilo de gobernar: firme, cercano y decidido. Victoria necesitaba rumbo, y con Lalo Gattás lo está encontrando.
ASI ANDAN LAS COSAS.
roger_rogelio@hotmail.com
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