“REINSERCIÓN LABORAL EN MÉXICO Y EE.UU. ANTE DEPORTACIONES”

Eduardo Pacheco
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Columna Opinión Económica y Migratoria.
“REINSERCIÓN LABORAL EN MÉXICO Y EE.UU. ANTE DEPORTACIONES”
Por: Dr. Jorge A. Lera Mejía y Lic. Bárbara Lera Castellanos. Universidad Autónoma de Tamaulipas y América sin Muros, ONG.
Las actuales redadas, deportaciones y auto deportaciones de migrantes—principalmente mexicanos—están reduciendo rápidamente la fuerza laboral inmigrante en EE.UU., lo que está provocando crisis de productividad inmediata en el campo, construcción y servicios turísticos de hotelería y restaurantes, especialmente en los estados más dependientes de mano de obra inmigrante, tanto documentada como indocumentada.
Impacto en Productividad del Campo
Cerca del 63% de los trabajadores agrícolas en estados como California son inmigrantes, y 24% son indocumentados; a nivel nacional, hasta 41% son indocumentados.
La escasez de mano de obra esenciales por las redadas ya ha reducido el empleo agrícola 6.5% entre marzo y julio de 2025, provocando cosechas perdidas, costos crecientes y menor disponibilidad de alimentos.
Si se mantiene la tendencia, puede haber pérdida de cosechas, reducción en la variedad y cantidad de frutas y verduras frescas, presión al alza en precios y peligro de quiebras de granjas familiares.
Construcción y Servicios
El 34% de los trabajadores de la construcción en EE.UU. son inmigrantes; en estados como Texas, Nueva Jersey, Florida y Nueva York, la proporción se acerca al 50%.
Las redadas han profundizado la crisis de mano de obra agregando 10,800 millones de dólares anuales en costos, alargando plazos de obras y dificultando encontrar trabajadores calificados y esenciales, lo que afecta tanto a grandes empresas como a pequeños contratistas.
El 92% de las empresas constructoras reportan dificultades extremas para contratar, y el 28% relaciona directamente este problema con la aplicación de políticas migratorias más estrictas.
Hotelería, Restaurantes y Turismo
La participación inmigrante es igualmente decisiva y esencial en el sector turístico y de servicios: hoteles y restaurantes dependen de trabajadores migrantes en roles de cocina, limpieza, mantenimiento y atención al cliente.
La contratación se ha desplomado: en junio de 2025, el crecimiento de la fuerza laboral hotelera apenas fue del 0.2%, frente a 1.5% un año antes.
El cierre temporal o reducción de operaciones por falta de personal migrante es ya una realidad en ciudades turísticas, donde también aumenta el costo de servicios para consumidores.
California, Texas, Florida, Nueva York y Nueva Jersey son los más dependientes de mano de obra inmigrante en agricultura, construcción y turismo; la caída de fuerza laboral los expone a impactos negativos en empleos, economía y recaudación fiscal.
California podría perder hasta 278,000 millones de dólares de PIB si continúan las deportaciones y el endurecimiento de políticas migratorias.
Perspectivas a Futuro
La reducción neta de inmigrantes en 2025, que puede llegar a -525,000 personas (Trump busca deportar hasta un millón de inmigrantes por año), acentuará los déficits crónicos de fuerza laboral, elevando los costos, alargando cadenas de suministro y debilitando el crecimiento económico.
SUPERVIVENCIA
La economía estadounidense sólo podrá sostener estos sectores estratégicos si adapta políticas migratorias más flexibles o si reemplaza—en el mediano plazo—la fuerza laboral inmigrante con ciudadanos locales, algo poco probable por envejecimiento poblacional y escaso interés en esos empleos entre estadounidenses nativos.
La reducción y salida masiva de inmigrantes amenaza directamente la productividad y competitividad de sectores clave de Estados Unidos, siendo los impactos inmediatos más severos en los estados y ramas que más dependen de la migración mexicana.
De hecho, dos congresistas norteamericanas, una republicana y otra demócrata buscan soluciones paliativas ante esta crisis inminente de empleos esenciales en los sectores y regiones citadas. La Ley propuesta se denomina Ley Dignidad, y se basa en ampliar y extender los permisos de Empleos Temporales a través de Visas Tipo H-2A y H-2B.
RETOS PARA MÉXICO Y EE.UU.
México ha articulado el programa “México te Abraza” que va más allá de la recepción cordial: incluye albergues temporales, apoyo médico y alimentario, trámites de identidad, afiliación al sistema de salud, y apoyos financieros inmediatos. El eje innovador es la coordinación entre 34 dependencias federales y organismos empresariales (como el Consejo Mexicano de Negocios) para vincular laboralmente a los repatriados, acceso a capacitación del Servicio Nacional de Empleo, certificaciones de competencias y fomento al retorno productivo a polos industriales y regiones con vacantes. Aun así, los retos continúan: se observa rezago en la integración laboral formal y prevalencia de empleo precario o informal para muchos deportados.
En cuanto a EE.UU., ante la pérdida de más de 500 mil trabajadores esenciales y el objetivo de un millón de deportaciones anuales, no existen políticas efectivas para reposición masiva de mano de obra. Las industrias afectadas —agro, construcción, turismo y servicios— reconocen que la sustitución por trabajadores estadounidenses es inviable en el corto plazo, por falta de interés y capacidad de formación rápida para cubrir estas posiciones.
El gobierno ha insinuado posibles permisos laborales en áreas críticas, pero no existe un plan integral ni reformas migratorias presentadas; la presión al alza en salarios y precios es inmediata y la recuperación de fuerza laboral dependerá, en el mejor escenario, de una revisión legislativa que aún no está en marcha. La Ley Dignidad apenas es un intento tenue que requerirá más trabajo de cabildeo entre las dos Cámaras. El gobierno mexicano no atina negociar con más fuerza y ser convincente ante las presiones migratorias y la amenaza de imposición de aranceles por otros factores. Los inmigrantes se encuentran desprotegidos.
México promueve reinserción, pero enfrenta retos de escala y calidad; EE.UU. no tiene respuestas laborales reales ante la masiva deportación, con riesgos económicos inmediatos en sectores esenciales.
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