Reflector/Gilda R. Terán.
Travesía fácil para viajeras de Otoño.
Con el fin de facilitar a las mariposas monarcas en su paso por esta entidad se les preparan senderos fáciles durante su travesía, esto es por el sembradío de polocote, así como la generación de jardines polinizadores en lugares estratégicos.
Estas tareas para las frágiles viajeras aladas, corren por cuenta de la Comisión de Parques y Biodiversidad de Tamaulipas (CPBT), quien protege y guía, la migración de la maravillosas monarca en su viaje por cielos tamaulipecos.
Sin duda alguna es un espectáculo ser testigos de como cada año, las mariposas monarca, emprenden una fascinante migración, y es que viajan más de 4000 km desde Estados Unidos y Canadá hasta los bosques de abetos de México, realizando una impresionante aventura a su paso al ojo de los humanos.
La migración anual de la mariposa monarca oriental, se considera una de las hazañas más deslumbrante de la naturaleza, de esta forma anualmente por los meses del maravillo Otoño, una supergeneración de mariposas monarca inician un grandioso vuelo.
Esta ruta de migración abarca casi 3,000 millas (4,800 km) desde el norte de Estados
Unidos y el sur de Canadá (donde se reproducen) hasta la Reserva de la Biosfera de la
Mariposa Monarca en el centro de México (donde hibernan).
Y al final del invierno, estas mismas mariposas vuelan 600 millas (960 km) más al norte,
hacia Estados Unidos, donde ponen huevos en plantas de algodoncillo, esto marca el final del singular ciclo de vida de ocho meses de esta generación.
Y ya a partir de ahí, las generaciones sucesivas, cada una con una vida de tan solo tres a cinco semanas, continúan hacia el norte. El ciclo migratorio anual concluye cuando las mariposas llegan a sus zonas de reproducción en el norte de Estados Unidos y el sur de Canadá.
En su paso por Tamaulipas, son 17 ejidos de los municipios de Jaumave, Palmillas, Miquihuana, Bustamante, Tula, Ocampo y Antiguo Morelos, donde las mariposas paran para alimentarse, descansar y continuar su ruta.
En este sentido el Gobierno del estado, protege la ruta migratoria de esta avecillas viajeras, esto a través de la Comisión de Parques y Biodiversidad de Tamaulipas (CPBT), señaló que el corredor biológico forma parte de la ruta migratoria de la Sierra Madre Oriental y de un área natural protegida llamada Paisaje Natural de la Mariposa Monarca.
Para esto, despliegan acciones para garantizar la conservación de los hábitats, optimizando las condiciones de los ecosistemas y asegurando una adecuada alimentación para las mariposas monarca.
“LEVANTARÁN ALAS COMO LAS ÁGUILAS”.
Siempre he tenido la convicción, de que la naturaleza misma nos entrega sabiduría, y bueno y esto es porque es creación de Dios, y entre estos conceptos me inspira la majestuosidad de las águilas, las cuales nos aleccionan en el tópico de “renovar o morir”.
Sabía usted, de que entre toda la gama de aves, esta es la que presenta larga existencia, pudiendo existir hasta a los 70 años, sin embargo para llegar a esa edad, a la mitad de su vida tienen que tomar una seria y difícil decisión.
Esto es porque en esa etapa media, sus uñas se tornan frágiles, débiles y flexibles, se doblan con facilidad y no consiguen aferrar a sus presas de las cuales se alimenta, aquí su pico, alargado y puntiagudo se encorva, así sus alas envejecen y se tornan pesadas dificultando así el acto natural de volar.
Aquí en este amargo trance, el águila solo tiene dos alternativas que son aceptar morir o enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará 150 largos días, si opta por el de seguir viviendo, tendrá que emigrar a la montaña más alta para empezar este ciclo de subsistencia.
Posteriormente ya instalada esta ave, comienza a golpear con su pico la roca, hasta que consigue arrancárselo por completo, después de este grande y difícil sacrificio, ella espera pacientemente a que renazca nuevamente, pues con el tendrá que arrancar todas las uñas hasta eliminarlas por completo.
Ya cuando las nuevas uñas comienzan a crecer, el águila continúa su procedimiento quitando todas las viejas y pesadas plumas, y pasando los cinco meses ella saldrá para alzar el tan esperado vuelo de renovación, lista para vivir la segunda parte de su existencia.
En lo personal, está alegoría del renuevo de esta majestuosa ave, representa un aleccionador reto para enfrentarnos a todos los episodios de nuestro diario vivir, porque a veces es necesario resguardarnos por algún tiempo para que también podamos comenzar un difícil proceso de renovación.
Y es que para volar a través de nuevos y diferentes desafíos, debemos desprendernos por completo de nuestros recuerdos, costumbres, vicios y tradiciones, y estar conscientes que la renovación nos puede dar el vuelo de la “victoria”.
Verá usted, la historia de las águilas y los hombres son muy parecidas, ambos tienen que vencer difíciles obstáculos; en el transcurso de nuestro caminar, tenemos que tomar decisiones que irán a determinar la altura y la grandeza de nuestro viaje por la vida.
Consideremos que para renovarse interiormente, implica poner orden en el mundo mental, desechando los recuerdos de acontecimientos frustrantes o dolorosos para quedarnos solo con la experiencia de lo que aprendimos.
Es necesario alzar vuelo, descubriendo nuestras potencialidades, pero teniendo muy claro a donde queremos llegar, no hay necesidad de adaptarse a los yugos tóxicos, sino que existe la posibilidad de librarse de ellos.
Tomando en cuenta que el camino tal vez podrá tornase difícil, pero no imposible, tómelo como un desafío, para enriquecer su mundo afectivo, es una elección personal, que le restaurará su dignidad humana, considere que tiene un alto refugio que nunca le abandonará, porque Dios en su palabra nos consuela con darnos fuerzas, para alzar el vuelo como las águilas.
“Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”. Isaías 40:31
Hasta la próxima.
gildateran@yahoo.com.mx
