Holanda apuesta por Altamira con inversión estratégica para nueva planta de tratamiento (PTAR)
Por Agustin Peña Cruz | NoticiasPC.com.mx |
Ciudad Altamira, Tamps.- Altamira se convirtió hoy en el epicentro de una decisión de alcance internacional con la firma del acuerdo de colaboración para la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) del sector Pedrera, un proyecto respaldado por capital neerlandés y considerado un hecho histórico para el saneamiento ambiental del municipio. El acto fue encabezado por el alcalde Armando Martínez Manríquez y la firma Dutch Clean Tech, cuya participación abre una nueva etapa en materia de infraestructura hídrica para la región.
La ceremonia destacó por la intervención del inversionista neerlandés Sander Pielkenrood, director ejecutivo de Dutch Clean Tech, quien explicó los desafíos globales que enfrenta el sector del agua y la brecha de inversión que existe frente a otros rubros estratégicos. Antes de la firma, se dirigió al público sin más texto que su propio convencimiento personal sobre la urgencia del tema.
“Parecería que el agua estaría ahí para siempre, pero esto está cambiando”, señaló al exponer que en el
último año la inversión mundial en energía ascendió a 20,000 trillones de dólares, mientras que el sector hídrico apenas recibió 40 billones, casi cuarenta veces menos. El financiamiento insuficiente —añadió— ha derivado en carencias visibles, incluso en Europa, donde se endurecieron las regulaciones para el tratamiento de aguas residuales a partir de 2023.
En ese contexto, reconoció públicamente a los gobiernos que han decidido apostar por el sector, y en particular al municipio de Altamira, donde observó una “visión real de negocio y de responsabilidad pública”. Su participación subrayó que el agua ya no es solo un servicio esencial, sino un recurso estratégico cuya escasez afecta hogares, industrias y estabilidad social.
EMPRESARIO CON CONVICCIÓN INDUSTRIAL Y DIMENSIÓN SOCIAL
Pielkenrood dirige Dutch Clean Tech tras 17 años de trabajo junto a su padre en la empresa familiar Pielkenrood, fundada en 1962 y dedicada a desarrollar sistemas industriales de separación de aceite y agua para clientes en diversos continentes. Durante esas labores, el empresario visitó regiones donde el acceso al agua potable es limitado, experiencia que redefinió su perspectiva empresarial.
De esa evolución nació Dutch Clean Tech, que combina tecnología, operación y financiamiento para construir plantas propias y vender agua tratada por volumen a gobiernos y zonas industriales, un modelo ya implementado en proyectos de distintas escalas alrededor del mundo.
El enfoque fue detallado recientemente en una entrevista para el canal holandés RTL7, transmitida el 16 de noviembre de 2025 bajo el título Business Class. En ella, Pielkenrood explicó cómo su empresa pasó de vender sistemas de tratamiento a desarrollar, operar y financiar plantas completas. Hoy, esa infraestructura se garantiza como respaldo hipotecario para los inversionistas, quienes reciben un rendimiento del 9% con contratos de suministro de largo plazo —de hasta 25 años— que aseguran flujos constantes.
El empresario indicó que, tras haber abierto una emisión inicial por 30 millones, la compañía prepara una nueva ronda de 300 millones de euros a través de su fondo en Luxemburgo para seguir expandiendo sus operaciones, impulsadas por una demanda acumulada que empieza a acelerarse en Europa y América Latina.
DECISIÓN CON IMPACTO DE LARGO ALCANCE
La firma del acuerdo en Altamira representa para la ciudad más que una solución puntual: representa insertarse en una tendencia global que advierte que el agua se convertirá en una de las variables más determinantes para el desarrollo industrial, urbano y económico.
La futura PTAR del sector Pedrera no solo permitirá elevar la capacidad de tratamiento local, sino que marca un precedente sobre la forma de financiar infraestructura pública esencial sin trasladar todo el peso al erario. Desde la administración municipal se proyecta que la obra será una pieza clave para consolidar el crecimiento industrial de Altamira y atender las exigencias ambientales contemporáneas.
Al concluir su intervención, Pielkenrood afirmó con entusiasmo que espera volver a Altamira “muchas veces”, tal vez incluso —bromeó— hablando español en su próxima visita. Su presencia y la inversión anunciada delinean una nueva ruta para la ciudad en un tema que, como él subrayó, es más determinante que la electricidad, el petróleo o cualquier otro insumo productivo: el agua limpia.
