- El entrenador ha reconocido malos tratos a sus atletas para “mejorar” su rendimiento
Ciudad de México.- Shim Suk-hee, doble medallista de oro olímpica, acusó a su exentrenador, ya condenado por haberle golpeado durante años, de haberle agredido sexualmente durante años, anunció este miércoles su abogado.
La patinadora de ‘short-track’ denunció ante la policía a Cho Jae-beom el mes pasado, el mismo día que testificó en el juicio de apelación contra su condena de 10 años de prisión por haber golpeado con regularidad a la deportista.
A sus 21 años, la atleta cuenta con cuatro medallas olímpicas en su haber, entre ellas la de oro en relevos en Sochi-2014 y en Pyeongchang-2018.
Ella explicó a la policía que su entrenador la agredió sexualmente desde los 17 años hasta el pasado mes de enero (2018), es decir, un mes antes de su participación en los Juegos de Pyeonchang, dijo a la AFP su abogado Im Sang-hyeok.
“Se trata de crímenes graves que nuestra sociedad no puede ignorar”, añadió el letrado.
Algunas de las agresiones ocurrieron en centros de entrenamiento del gobierno, lo que revela fallos en el sistema público de gestión de los deportistas.
Corea del Sur es una potencia deportiva regional y uno de los dos únicos países asiáticos, junto a Japón, en haber sido sede de los Juegos Olímpicos de Verano y de Invierno y regularmente figura en el Top-10 del medallero olímpico.
La sociedad surcoreana es tremendamente competitiva, por lo que en el ámbito deportivo la victoria cuenta por encima de todo, lo que otorga un gran poder a los entrenadores sobre los jóvenes deportistas. Los abusos físicos y verbales son frecuentes y aquellos que los denuncian son a menudo tratados como “traidores”.
Además, la sociedad surcoreana sigue siendo muy patriarcal y las mujeres víctimas de abusos sexuales pueden pasar al ostracismo.
La patinadora guardó silencio durante años por “miedo a quedar estigmatizada como mujer, por el impacto en su familia y por las eventuales represalias de Cho”, aseguró el abogado. Finalmente, la deportista “se armó de coraje” para denunciarlo todo con la esperanza de que otras víctimas no sufran su misma situación.
El entrenador admitió haber golpeado a sus atletas para “mejorar su rendimiento”, pero negó las agresiones sexuales, según la cadena surcoreana SbS.