Tiempo de opinar
Por Raúl Hernández Moreno
El fin de semana se realizaron protestas en contra del Presidente Andrés Manuel López Obrador en 53 ciudades del país, a la misma hora.
En Nuevo Laredo más de 700 personas participaron y a la gente de Morena no les gusto y dijeron que atrás estaba el PAN. ¿Pues quien querían que estuviera?, ¿Los de Morena? Ni pensarlo, los corren o los linchan, como a Germán Martínez que renunció al IMSS, denunció el abandono en que se encuentra y por poco lo queman en leña verde.
López Obrador protesto cada vez que le dio la gana y ahora él y sus simpatizantes debieran ser tolerantes con quienes lo imitan, en vez de sembrar odio y tempestades, dividiendo al país.
Hoy se cumple un año de la victoria de López Obrador y se cumple un año de ejercer el poder de facto y siete meses de manera oficial.
Recibió un país con finanzas sanas y ahora la economía pende de alfileres. Prometió que la economía crecería a un 4 por ciento desde el primer año y en estos momentos las expectativas son que crezcamos 0.5 a 1 por ciento, máximo.
Estamos tan mal que en mayo el empleo cayó un 88 por ciento comparado con mayo del 2018.
Los mega proyectos como la refinería dos bocas, el aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya, no han arrancado y qué bueno que sea así, porque son proyectos fallidos.
Prometió rescatar Pemex y cada vez está peor, apoyada con bonos basura que ni la gente del gobierno quiere comprar.
Se comprometió a combatir la corrupción y todo ha empeorado. La ineptitudes ha salido más cara que la corrupción misma.
La inseguridad se disparo y el Presidente se empeña en pedirles a las madres de los delincuentes que los convenzan para que sean buenos.
Ya tenemos Guardia Nacional, pero no para combatir delincuentes, sino migrantes, en un pacto con el cual Donald Trump humilló a López Obrador.
Hay recortes a las guarderías, a la cultura, a las becas deportivas, a la investigación, acompañada de miles de burócratas despedidos.
El peso esta fuerte por el dólar, pero no por acciones del gobierno, sino por decisión del Banco de México que como órgano autónomo tiene en 8.25 por ciento la tasa de interés, la más alta en el mundo, lo que hace atractivo para los inversionistas extranjeros.
El problema de que estalle una crisis es que los más afectados serían los beneficiados con los programas sociales, pues al no tener dinero el gobierno recortaría esos programas. El gobierno necesita a los fifís porque son los que generan riqueza, los que generan empleos, los que pagan impuestos. Sin ellos, los chairos están perdidos. En vez de ofenderlos, López Obrador debiera tenderles la mano.
Ciertamente hoy Morena y su gente tienen razones para celebrar, pero no millones de mexicanos que vemos como el país se deshace en pedazos por culpa de un gobernante mitómano, timorato e inepto.