Tiempos de Guerra
Por: Chano Rangel
Si las cosas no cambian, pero funciona bien, entonces así debería de quedarse, tratar de mejorar y dar continuidad a lo que deparen sus facultades. Pero si, no funcionan entonces deben de cambiarse o sustituirse por algo más eficiente.
Así debería de ser en el campo de lo correcto, en el campo de la política, pareciera ser, que son como las Matemáticas, exactas pero al revés; por ejemplo Manuel Bartlett en CFE, un político que jamás se le conoce con un empleo, que no sea vivir de la política, ligado a lo más oscuro del priismo en la década de los 70s y 80s y ahí está, moviendo los hilos y metiendo a la empresa rentable de México en litigios internacionales, con todas las de perder, acusa al pasado de los males, un pasado del que también fue parte fundamental, pero parece ser que su memoria, solo recuerda la 4T.
Otro ejemplo es Javier Jiménez Espriú, actual secretario de comunicación, su paso como director de una aerolínea, fue su carta más fuerte para ocupar la cartera de comunicaciones, bajo su dirección, fue que se canceló el Aeropuerto de Texcoco, aun sabiendo que era 100% rentable, pero su capricho porque su compadre y amigo no fue incluido en los contratos, tomó represalias y acusó al pasado de corromper la obra más grande de aeronáutica de América Latina, solo por revancha política, y la información que El y su amigo, José María Riobóo, entregaron al presidente aún está en el hermetismo.
Doña Olga Sánchez Cordero, ex ministra de la Suprema Corte, y que cuenta con un pensión de más de 350 mil pesos mensuales, funge como secretaria de gobernación, quizá la dependencia con más poder después del presidente, su pasado no es claro, lo que si es preciso es su ineficiencia para conducir la política interna del país, pero ahí está aferrada a ser parte de esta 4T, que aun no termina por entender.
Por todo estos actos y con razones de sobra, los gobernadores de las entidades, han comenzado un verdadero contrapeso político, uno que sí puede ser real y efectivo, después de todo, somos una federación de estados.
El gobernador Tamaulipeco a levantado la voz, y hecho saber a través de comunicado público al subsecretario Alejandro Encinas Rodríguez, del desacuerdo en el tema migratorio, donde el estado y los municipios fronterizos afrontan solos la oleada de migrantes centroamericanos.
Aún faltan los pronunciamientos de los gobernadores de Chihuahua, Coahuila y Sonora, que también están en serios problemas, por la migración; pero de los recursos y la falta de una estrategia el gobierno federal no dice nada, solo acusa al pasado, acusa a los gobernadores, y no acepta, que si estamos así, es porque este gobierno de la 4T, abrió las puertas de par en par, sin ninguna estrategia, sin ningún reglamento, solo con las palabras de amor y paz.
Como suele ser este gobierno, acusador del pasado, a quien le echa la culpa de todos sus males, la migración también es un programa federal, que al abrir las puertas, tuvo que tener una estrategia de contención, pero no fue así ahora los gobernadores exigen respuestas, con legítima autoridad, porque lso costos para la frontera en seguridad y recursos es muy alta.
Ahora que los gobernadores se dieron a la tarea, de pedir lo que por ley debería de atender la federación, se ha dado un verdadero contrapeso político, donde morena, aún no es mayoría, en los estados y municipios. Al tiempo.
De aquello y lo demás…
Lorena Piñón, ex aspirante a una diputación por el PAN, en Veracruz, ahora es aspirante a dirigir al priismo nacional, ella misma dice que la elección está negociada, que están cargados los dados y que solo es cuestión de tiempo, para que Alito Moreno, sea el nuevo líder tricolor.
Entonces la pregunta sería ¿ si Lorena sabe eso, para qué seguir en la competencia? O la negociada es ella.
Desde un inicio de la contienda interna priista, se sabe de 2 fórmulas, seria y con posibilidades de triunfo, Ivonne Ortega Pacheco, ex gobernadora de Yucatán y Alejandro Moreno Cárdenas, ex gobernador de Campeche, y esas dos fórmulas saldrá el nuevo liderazgo del ex partidazo.
Si alguien cree en Lorena Piñón y Daniel Santos, entonces que siga soñando, al fin que no cuesta nada.