Tiempo de opinar
Por Raúl Hernández Moreno
Desde el inicio de este año, a los aspirantes del PAN a la presidencia municipal se les informó que en el mes de septiembre se haría una encuesta para medir el posicionamiento de cada uno y en base a los resultados tener mayores elementos para la elección del candidato.
Con ese aviso, Salvador Rosas, Manuel Canales, Félix Fernando García Aguiar y Imelda Sanmiguel establecieron una agenda de trabajo que les permitiera estar en el ánimo de la militancia panista y de la ciudadanía en general
Para mala suerte de ellos, y de todo el mundo, surgió el Covid y desde marzo todo se trastornó, lo que no detuvo a los aspirantes y estos no han dejado de hacer política, entregando apoyos sociales, sosteniendo reuniones con la militancia, recorriendo el territorio, teniendo contacto con figuras estatales y nacionales que les ayuden a ser palomeados. Nos dicen que los planes para medir el posicionamiento son inamovibles y se harán en septiembre. Y de ahí que los aspirantes intensifiquen sus actividades con la mira en crecer en mencionada encuesta.
Para los aspirantes el plan A es obtener la candidatura a la presidencia; el plan B, la diputación federal; y el C, repetir en la diputación local, con la inconveniencia de que ahí no están seguros, porque se incorporará otra camada de aspirantes como Oscar Villa, Iliana Medina, Rafael Pedraza, Ernesto Ferrara. Tampoco hay que descartar al alcalde Enrique Rivas participando por la diputación federal o la diputación local.
Se van a necesitar cinco candidatos y esto permite al partido negociar con los grupos para llegar en unidad.
En el PAN saben que la competencia va a ser con Morena, porque el PRI además de que cada vez está más disminuido, dejo de ser oposición.
Y para suerte del PAN, los morenos siguen empeñados en pelearse entre sí. Esta semana, en las redes sociales les han tundió muy duro al regidor Sergio Ojeda y al coordinador de los programas de Bienestar Social, Gastón Herrera. Lo peor es que suena a fuego amigo. En ambos casos, han sido ataques bien planeados, con el ánimo de chamuscarlos en las altas esferas del partido, para que desde allá los bloqueen.
En Morena las decisiones se siguen tomando de manera cupular. Basta tener un buen padrino nacional, para mandar al carajo a la militancia. Un morenista hace algunos meses comentó que de poco servía ponerse de acuerdo en Nuevo Laredo, porque bastaba con que de Nuevo Laredo se hiciera una llamada a la Ciudad de México y todo lo construido se venía abajo. Lo de la democracia en Morena es una aspiración.
En Morena la unidad de la que todos hablan, es una unidad supeditada al que la promueve. Esa clase de unidad solo sirve al que la organiza.
Que los morenistas peleen entre sí, le da confianza al PAN. El día que los morenos lleguen unidos a una elección, y que encima postulen a candidatos que hagan una buena campaña, el PAN estará en riesgo. El chiste es que esto se cumpla.