Ciudad de México.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció este jueves que buscará transparentar los archivos reservados de la Policía Federal y del clausurado Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
Vamos a “abrir expedientes de la antigua Policía Federal y del Cisen. Estamos nada más revisando algunas cosas para no afectar a terceros y defender a inocentes, niños o familias”, apuntó el mandatario.
En su rueda de prensa matutina, resaltó que se busca la apertura de toda la “parte política” porque ya “no deben de haber reservas”.
Explicó que en el Archivo General de la Nación había toda una parte “reservada” y controlada por el Cisen, a la que ni siquiera tenía acceso el director del archivo.
“Estamos buscando la manera de que se pueda consultar”, apuntó.
Aseguró que en esta parte clasificada del Archivo General de la Nación se encontraba parte de su expediente, desde hacía al menos 40 años.
“Era un espionaje de tipo político, que no tenía nada que ver con la seguridad nacional”, apuntó.
Adicionalmente, reiteró que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) fue quien reservó por “mucho tiempo” todos los detalles del caso Odebrecht en México.
En otros temas, consideró de nuevo “inmoral” que antiguos altos funcionarios fueran a trabajar tras culminar su encargo público a la empresa privada para enriquecerse.
“Se pasaron”, remarcó.
Cuestionado sobre la recaudación estatal, apuntó que el Estado ha generado buenos ingresos en sus primeros meses de mandato, aunque los datos que tiene son todavía preliminares.
Además, aseguró que se han conseguido multimillonarios ahorros, por ejemplo, en la compra unificada de medicamentos para dependencias públicas.
Y apuntó que espera recaudar unos 10,000 millones de pesos (unos 515 millones de dólares) en la venta de vehículos oficiales como aviones o helicópteros.
Finalmente, presionado por los periodistas presentes en Palacio Nacional, anunció que este viernes se dará a conocer el plan de medidas extraordinarias para fortalecer la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
Una compañía “saqueada y maltratada” durante el periodo neoliberal que, según denunció, hubo bajo los anteriores gobiernos mexicanos.
El presidente se mostró confiado en que Pemex podrá pagar su elevada deuda, sin que ello implique necesariamente una reestructuración de la misma.