Ahora hasta a los aviadores jubilan.

En unos días más cumpliremos un grupo de amigos sesenta años de haber egresado de la preparatoria y normal Matías. S. Canales de Tampico Tamaulipas.

Algunos de los que quedamos vivos de la generación 64-66 intercambiaremos experiencias de vida si bien lamentamos la ausencia terrenal de algunos de ellos. Es el caso de Ricardo Ramírez Pérez distinguido abogado que incursionó en la política electoral y la academia, siendo un pilar para el crecimiento del PRD en Tamaulipas y particularmente en el sur del estado.

En el otro extremo pero aún gozando d cabal salud Lucino Cervantes Durán quien ha destacado en el ámbito legislativo y partidista dentro las filas priístas y eterno adversario partidista del PRD cuando éste existía; y así otros compañeros que brillaron en la Medicina, Ingeniería, etcétera.

El caso es que una inquietud nos es común: Comparar los tiempos modernos en la UAT, puesto que muchos de nosotros vivimos las incertidumbres laborales de una institución universitaria en crecimiento, en tanto que fuimos docentes en la UAT entre los agitados años políticos de los setentas y ochentas del siglo pasado.

Sólo quienes en alguna facultad de la UAT fuimos docentes y /o asesores de tesis o investigadores en aquellos años en cita, SABEMOS sus condiciones laborales vigentes en dichos años.

Pocos empleados académicos actuales conocen que fue hasta mediados de los noventas que los docentes tuvieron ciertas garantías laborales; antes de ello ni asistencia médica, ni seguros de vida, ni becas para sus hijos, ni créditos personales para adquirir bienes muebles en una palabra: docentes huérfanos de apoyo y estabilidad laboral.

Fue hasta que llegó la dupla Filizola Haces-Arizpe García, uno como Rector y el otro como Secretario General de la UAT, que por haber vivido ellos como alumnos una carestía histórica ANTES de los setentas, se aplicaron con todo rigor a corregir las serias deficiencias en su personal docente, de tutoría y de investigación y servicio comunitario.

Por desgracia al transcurrir los años nos enteramos de los excesos de posteriores Rectores que comenzaron a jubilar hasta sus amigos “docentes” aviadores con cargo a una nómina de cualquiera de las 26 escuelas y facultades en el nuevo milenio.

En ello profundizaremos en próximas colaboraciones; por ahora baste precisar:

Uno, que las pobrezas en el personal docente de la UAT de los setentas, ochentas y medio noventas del siglo pasado, es una triste historia..

Y segundo que investigaremos si es cierto el rumor de que la UAT es tan moderna en el nuevo milenio que ahora jubila hasta a sus aviadores.

Por lo pronto nos ausentaremos del Facebook unos días para festejar en Tampico los sesenta años de egresados de la preparatoria; la primera gratitud es que estamos vivos aunque seguimos siendo medio pendejones.