Altamira impulsa civilidad vial y humanismo desde la administración municipal

Eduardo Pacheco
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Altamira impulsa civilidad vial y humanismo desde la administración municipal

 

Por Agustin Peña Cruz | NoticiasPC.com.mx |

Altamira, Tamps.- Con palabras firmes y con la mirada puesta en la ética pública, el alcalde de Altamira, Armando Martínez Manríquez, lanzó un llamado a la civilidad vial entre todos los funcionarios de su administración, precisando un imperativo moral que trasciende la mera legislación. “No, en lo general es respetar a los espacios públicos precisamente que están destinados para las personas que tienen algún problema y discapacidad. Eso ya es un principio más que legal. Es un principio de humanismo moral, legal y de humanismo …”, subrayó el edil, tras ser cuestionado en una entrevista exclusiva acerca de una infracción administrativa cometida por el regidor morenista Abelardo Garcés Reyes, quien solicitó ser sancionado por estacionarse en un espacio reservado para personas con discapacidad.

Martínez Manríquez propuso un principio rector que combina lo legal con lo moral: “¿Cómo podemos ocupar las áreas que son específicamente destinadas para las personas que son altamente vulnerables, ¿verdad?”, enfatizó. La voz del primer edil no se limitó a acatar la normativa, sino que enlazó directamente con el humanismo: un estándar ético superior que, según él, debe guiar el comportamiento de quienes ejercen funciones públicas. “Tenemos que poner el ejemplo en todas las direcciones que hacen”, puntualizó, recordando que el deber de quienes están en el servicio público es doble: cumplir la ley y cultivar virtudes ciudadanas.

El alcalde aprovechó el espacio mediático para ilustrar su llamado con ejemplos concretos: recordó un video que mostró en su mañanera tras el informe de las obras públicas contempladas en el plan 2025 sobre la obra de alumbrado con energía solar, propuesta emblemática de su gobierno, en cuya filmación también se captaron camiones de carga estacionados sobre la carretera federal frente a la Villa Cuauhtémoc. “Veíamos hace un momento cómo se paraban los tráileres a la mitad de la carretera Federal … cuando estamos provocando accidentes. Entonces, es un principio de visibilidad y moralidad que tenemos que atender”, advirtió. Con ello, no solo alertó sobre los riesgos materiales —como colisiones viales—, sino que volvió a poner en el centro la responsabilidad ética: ser visibles y prudentes, especialmente desde el poder.

Este pronunciamiento del alcalde se distingue por ejecutar una simbiosis entre derecho administrativo y conciencia social. En vez de limitarse a señalar faltas o exigir sanciones, plantea una visión a largo plazo donde el respeto por los más vulnerables se incorpora en cada acción gubernamental. Más allá del regidor que pidió su sanción, el hecho precisó: la base de una sociedad funcional está en apuntalar valores —como la civilidad, el respeto y la empatía— que se reflejan en actos cotidianos, como estacionarse adecuadamente, sin obstruir zonas esenciales para quienes más lo necesitan.

Por tal motivo, Martínez Manríquez encamina a transformar lo cotidiano en acto de conciencia social. Desde sus palabras, el humanismo no es un añadido retórico, sino el

cimiento de una administración que pretende traducir el derecho en prácticas visibles, siendo el servidor público no solo juez, sino también ejemplo.

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