Altamira impulsa dos programas estratégicos para consolidar su política ambiental y climática

Eduardo Pacheco
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Altamira impulsa dos programas estratégicos para consolidar su política ambiental y climática

Por Agustín Peña Cruz | Noticiaspc.com.mx Ciudad Altamira, Tamps.- En una coyuntura donde la sostenibilidad y la justicia climática se han convertido en pilares de la gobernanza moderna, el Ayuntamiento de Altamira trabaja hacia la construcción de una ciudad resiliente y ambientalmente ordenada. Así lo confirmó el regidor de extracción Panista, Félix Miguel Guillu Meraz, presidente de la Comisión de Desarrollo Sustentable y Cambio Climático, al anunciar la elaboración de dos instrumentos de planeación de alcance histórico: el Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) y el Programa Municipal de Cambio Climático (PMCC). Ambos programas, detallados en los términos de referencia presentados por el Ayuntamiento, forman parte de una agenda integral de transformación territorial y climática que busca orientar el uso del suelo, promover la conservación de los ecosistemas y fortalecer las capacidades comunitarias ante los efectos del calentamiento global. “Estamos desarrollando las formas de cómo poder tener un programa de ordenamiento de cambio climático y un programa municipal de cambio climático. Son herramientas técnicas y socialmente legítimas que orientarán el uso del suelo y los recursos naturales con base en criterios ecológicos”, explicó Guillu.

PLANEACIÓN CON ENFOQUE SOCIAL Y TÉCNICO

De acuerdo con los proyectos presentados en el Ayuntamiento, el POEL funcionará como una herramienta de regulación ecológica que permitirá conciliar el desarrollo económico con la conservación ambiental. Entre sus objetivos específicos se contempla la identificación de zonas prioritarias para la conservación, la restauración de ecosistemas deteriorados y la formulación de políticas públicas con criterios claros sobre el uso del suelo, la mitigación de riesgos y la adaptación territorial. El proceso de elaboración se desarrollará en siete etapas, que incluyen desde la planeación y organización institucional, la caracterización del territorio y el diagnóstico ambiental, hasta la formalización del modelo de ordenamiento ecológico. Este último contempla la delimitación de las llamadas Unidades de Gestión Ambiental (UGA), cada una con lineamientos precisos sobre qué actividades podrán realizarse según su vocación ecológica. En palabras del regidor, el proyecto “reforzará el plan de ordenamiento territorial y fortalecerá las capacidades comunitarias para identificar vulnerabilidades, reducir riesgos y desarrollar acciones para la mitigación y adaptación al cambio climático”. Por su parte, el Programa Municipal de Cambio Climático (PMCC) se encamina como una estrategia transversal que buscará fortalecer la resiliencia de Altamira ante los riesgos derivados de fenómenos climáticos extremos. Su diseño se apoyará en estudios técnicos, diagnósticos científicos y mecanismos de participación ciudadana. El proyecto precisa que el PMCC comprenderá etapas que van desde la elaboración del inventario de gases de efecto invernadero (GEI) y la evaluación de vulnerabilidades climáticas, hasta la definición de medidas concretas de mitigación y adaptación, tales como eficiencia energética, transición a energías limpias y restauración de ecosistemas costeros.

POLÍTICA CLIMÁTICA A LARGO PLAZO

El plan institucional prevé que ambos proyectos se implementen de manera articulada, asegurando su congruencia con la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), la Ley General de Cambio Climático (LGCC) y los compromisos internacionales que México ha asumido en el marco del Acuerdo de París y la Agenda 2030 de la ONU. Además, el POEL contará con un plazo de ejecución de 730 días naturales, mientras que el PMCC se desarrollará en 180 días, conforme al cronograma técnico establecido. Ambos procesos incorporarán metodologías participativas y enfoques de género, interculturalidad y derechos humanos. “El alcalde Armando Martínez Manríquez ha mostrado sensibilidad en estos temas. Creo firmemente que él sabrá visualizar los beneficios de estos programas, que aunque implican inversión, dejarán un legado ambiental importante para Altamira”, subrayó el regidor Guillu.

UN COMPROMISO INSTITUCIONAL Y SOCIAL

El proyecto también establece la creación de dos comités ciudadanos: uno de Ordenamiento Ecológico y otro Técnico de Cambio Climático, los cuales garantizarán la participación de representantes del sector académico, social, productivo y gubernamental. Estos organismos acompañarán la elaboración, validación y seguimiento de los programas, con el propósito de asegurar que las políticas públicas reflejen las prioridades locales. Los resultados esperados incluyen la generación de cartografía temática, modelos predictivos de riesgo climático, y líneas base ambientales que permitirán tomar decisiones informadas sobre infraestructura, desarrollo urbano y protección de ecosistemas. Cabe precisar que para ello, el POEL deberá ser aprobado por el Cabildo de Altamira y posteriormente publicado en el Periódico Oficial del Estado de Tamaulipas, con lo que se convertirá en un instrumento jurídico de planeación obligatoria. De igual modo, el PMCC se integrará a los planes municipales de desarrollo urbano y ambiental, consolidando a Altamira como referente estatal en materia de gestión ecológica y climática.

CIUDAD SOSTENIBLE

Guillu Meraz precisó que el propósito final de estos programas no es solo cumplir con una normatividad, sino transformar la relación de la ciudad con su entorno. “Altamira se estará posicionando como una ciudad comprometida y responsable con el medio ambiente. Somos un pueblo de desarrollo, pero también de conciencia ecológica. Este es el rumbo que queremos dejar establecido para las futuras administraciones”. Según el regidor con estos proyectos, Altamira se encamina a construir un modelo de gobernanza ambiental que combina el rigor técnico con la participación ciudadana. Un esfuerzo que, de concretarse en los plazos previstos, podría marcar un antes y un después en la política ambiental de Tamaulipas y servir de ejemplo a otros municipios del país.

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