El actual titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Pablo Gómez, señaló que esa dependencia no luchaba contra la corrupción, sino que era parte de ella.
Expuso que parte del cambio que impulsa la actual administración es la lucha contra la corrupción y aceptó que, tal vez por tratarse de un proceso en desarrollo, no se alcanza a entender la trascendencia de ese cambio.
El cambio es una cosa espectacular, ¡hombre! No es fácil para un país entender en el momento en que se está produciendo un cambio el calado del cambio en el que está uno metido porque de repente parece que las cosas no han cambiado tanto como uno quisiera.
“Miren, les quiero decir una cosa que a lo mejor es una imprudencia. La UIF no estaba en la lucha contra la corrupción, era parte. Ahí se las dejo”, dijo Gómez en la rueda de prensa de este jueves en Palacio Nacional.
El funcionario estableció que parte de la corrupción que se vivía en los gobiernos anteriores era la existencia de una partida secreta, con recursos prácticamente ilimitados que estaba a disposición del presidente en turno.
“No sólo era la partida secreta el problema, que era un problemón por la capacidad del presidente, tenía una bolsa de dinero que podía hacer lo que quería, dársela a quien fuera o llevársela a su casa y nadie se podía meter en eso.
“Todo el Ramo 32 estaba lleno de gastos discrecionales, ahí había nóminas enteras de líderes, de políticos, se repartían”, puntualizó.
Esa partida “secreta” se estableció desde los gobiernos civiles de la post revolución, y sirvió para apuntalar el poder presidencial, hasta la desaparición de dichos recursos discrecionales, en la actual administración.
Este jueves, Gómez presentó una investigación hecha por la UIF a partir de octubre de 2021 respecto a depósitos que se hicieron al ex presidente Enrique Peña Nieto.