El extremo español regresó a Camp Nou con el 10 de Messi en la espalda y respondió con un gol

El Barcelona volvió a recuperar la sonrisa y a Ansu Fati antes de viajar a Lisboa y ponerse de nuevo a prueba en la Liga de Campeones. Y lo hizo a costa de un flojo Levante, al que doblegó con facilidad (3-0) en un partido que tuvo varias buenas noticias en clave azulgrana.

La primera, el regreso de Ansu, que reapareció diez meses después de su lesión, con el ’10’ de Messi a la espalda, para animar el choque en los últimos minutos y cerrar la cuenta goleadora del Barça.

Y la segunda, el gran partido de Nico y Gavi, dos futbolistas en edad juvenil que evidenciaron con su talento y tremenda personalidad que, a falta de un presente brillante, este equipo tiene al menos, un futuro esperanzador.

Dominador de la posesión, el equipo azulgrana se aplicaba bien en la recuperación tras pérdida y mantenía, con su presión alta, al conjunto de Paco López lejos de su área.

En una rápida transición, Dest, también desde la izquierda, habilitaba a Luuk de Jong para que batiese a Aitor desde la frontal y estrenase su cuenta goleadora como azulgrana antes del cuarto de hora (2-0).

También la tuvo Piqué, que llegó a rematar forzado en el segundo palo un centro de Memphis; Gavi, en una vaselina que no pudo superar a Aitor, y el propio Memphis en un cabezazo envenenado que el meta del Levante desvió a córner poco antes del descanso.

El Barça, hoy dirigido desde el banquillo por Alfred Schreuder por la expulsión de Ronald Koeman en Cádiz, se marchaba al entreacto con buenas sensaciones y una imagen mejorada respecto a partidos anteriores. Y el choque continuó plácido para la escuadra local tras la reanudación.

Pero antes de la irrupción de Ansu, el Levante quiso dejar algún remate para la estadísticas del choque, y lo hizo por mediación de Morales, primero, y Cantero, justo después. El Comandante golpeó alto, y Ter Stegen le sacó el balón a Cantero, en el uno contra uno en la jugada siguiente.

Entonces llegaría el momento de Ansu Fati, que ya había avisado en una jugada por la izquierda nada más entrar en el campo y en otra acción marca de la casa en la que reclamó penalti de Pablo Martínez que el árbitro no señaló.

A la tercera, el joven canterano recuperó el balón en una contra y, tras amagar el remate tras un primer quiebro, batió a Aitor con un disparo raso y seco desde la frontal para hacer el 3-0 y desatar la locura en el Camp Nou.

El Barcelona acabó así con una racha de tres partidos sin ganar y, faltó de ídolos con los que volver a soñar, coronó hoy oficialmente, con permiso de Memphis Depay, a su nuevo rey: el chico de la cantera que se ha atrevido a heredar el ’10’ del mejor jugador de la historia del club.