Tiempo de opinar
Por Raúl Hernández Moreno
A nueve meses de que se decreto la emergencia sanitaria por el Covid, el municipio de Nuevo Laredo ya ha invertido más de 40 millones de pesos para enfrentar la pandemia.
En estos nueve meses se apoyo con insumos a los hospitales públicos, se sanitizan lugares públicos, se puso en marcha un programa de apoyo temporal de empleo, se realizan pruebas rápidas para detectar a los enfermos, se regalaron miles de kits con gel, cubrebocas y jabón, se realiza una campaña de concietización, entre muchísimas medidas. Y esto va a seguir, porque la pandemia sigue activa y no se puede bajar la guardia.
Cuarenta millones no son poca cosa y el alcalde Enrique Rivas Cuéllar y su cabildo han tenido que reprogramar el gasto para obtener esos recursos y atender una pandemia que surgió de manera imprevista, semanas antes de que se aprobara el presupuesto de egresos del 2020, de tal manera que ningún gobierno etiquetó recursos. Sin embargo, una vez que surgió la pandemia, de algún lado se tenían que obtener recursos para enfrentarla.
El Presidente Municipal está haciendo su parte para enfrentar la crisis sanitaria que atraviesa por su peor momento en el país. Desafortunadamente hay gente que insiste en despreciar la pandemia, no le importa contagiar y contagiarse y no se logra aplanar los casos.
En otro tema, se terminó la guerra contra el narco y sin embargo ya van 71,544 homicidios en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, de tal manera que ya no sorprende la ejecución del ex gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, con todo y sus 15 guardaespaldas.
Y mientras no haya estrategia para hacerle frente a la delincuencia organizada los homicidios van a seguir creciendo, pues en comparación con los anteriores Presidentes, lo visto con AMLO no tiene precedentes, pues en todo el sexenio de Fox hubo 74,577 homicidios; con Calderón 102,859; y 135,139 con Peña. Y si los anteriores presidentes eran torpes, cómo calificar al actual que se carcajea cuando lee que se habla de masacres en su mandato, porque según él ya no hay.
La verdad es que estábamos mejor cuando estábamos peor.
Pero bueno, es que somos un país surrealista, donde todo es posible, hasta lo imposible.
Por otra parte, muy lamentable el fallecimiento del agente aduanal José Guadalupe Montoya Bautista, personaje muy apreciado entre la gente del medio periodístico porque siempre tenía tiempo para atender a los reporteros y dar información sobre el movimiento de regularización de vehículos, sobre la quiebra del Banco Bicentenario o sobre temas aduaneros. Era un gran conversador, pero además siempre estaba muy informado, le gustaba hablar con los pelos de la burra en la mano, para no confundir a nadie.
Con su deceso, Morena pierde a un prospecto a la diputación. Si en el pasado se le hubiera permitido llegar, habría hecho su mayor esfuerzo para cumplir con el encargo, pues le preocupaba mucho su imagen. Sus amigos vamos a extrañar esas largas pláticas en las que se explayaba en los temas que le emocionaban. Nuestro pésame a su familia, descanse en paz.