AL VUELO
Por Pegaso

UN DÍA EN LA VIDA DE UN CANDIDATO

Me levanto bien temprano.

A las siete de la mañana entro a la ducha, salgo y me visto con mis zapatos de suela de goma, mi camisa con el logotipo del partido y la gorra con mi nombre. Mi esposa ya me tiene listo el almuerzo. Conversamos brevemente.

A las ocho salgo con rumbo a la casa de campaña, donde ya me esperan mis más cercanos colaboradores.

Revisamos la agenda del día.

A las 9:00 de la mañana, salimos hacia una conocida estación de radio, donde tendremos una entrevista sobre mis propuestas de campaña. Hablo largo y tendido sobre mis planes de trabajo, de cómo haré que esta ciudad sea más progresista y cómo combatiré la corrupción.

El reportero me hace preguntas y yo contesto asertivamente.

Termina la transmisión y me dirijo a la primera colonia donde haré un intenso recorrido. Ahí están ya el coordinador, el personal de apoyo y dos de mis compañeros de fórmula.

Por delante de mí van los promotores, entregando folletos, gorras y camisetas con el logo de mi partido. Ya cuando llego a un domicilio, la persona sabe quién soy y accede a dialogar brevemente conmigo. Le planteo algunas de mis propuestas y el fotógrafo de la campaña hace las capturas necesarias para el boletín.

Cerca del mediodía, luego de recorrer unas diez cuadras, regreso rápidamente a la casa de campaña para cambiarme de ropa.

A la 1:00 de la tarde me esperan en una estación de televisión, y de ahí sigo con una entrevista en un periódico local.

A las 2:00 de la tarde, como algo rápido para seguir más adelante con recorridos en colonias.

A las 3:00 pm inicio recorrido por un sector muy pobre. Salen las personas a pedirme que solucione el grave problema de aguas negras. Otros me piden que pavimente la calle o que los ayude a conseguir empleo.

A las 5:00 de la tarde, sostengo una reunión privada con un grupo de amigos que me ayudan a financiar los gastos de campaña.

A las 6:00 pm nuevamente me lanzo a otra colonia popular, y empieza otra vez el recorrido, con la misma temática. Dialogo brevemente con la gente, mis colaboradores entregan folletos, camisetas, gorras y cubrebocas.

A las 7:00 de la tarde, encabezo una brigada de impacto en una de las principales avenidas de la ciudad. Una persona me reclama por qué mi partido no ha hecho nada por mejorar el tema de seguridad y yo le digo que precisamente esa es una de mis propuestas de campaña.

A las 8:00 de la noche, tengo reunión de evaluación. Mis colaboradores me dicen que vamos bien y que tenemos garantizado el triunfo.

El fotógrafo ya entregó el material al boletinero y este elabora el comunicado de prensa, que después enviará por correo electrónico a los medios de comunicación.

Preparamos la agenda de mañana.

Todavía nos faltan 50 días de arduo trabajo en busca del voto.