CONFIDENCIALPor ROGELIO RODRÍGUEZ MENDOZA.
Carmen Lilia, la sucesión en silencio.
Carmen Lilia Canturosas Villarreal, la alcaldesa de Nuevo Laredo, se ha convertido en una figura central en el mapa sucesorio de Tamaulipas.
Desde hace meses, la edil fronteriza ha acumulado ventajas que pocos pueden presumir: resultados tangibles, un gobierno local estabilizado y una reputación nacional construida con trabajo. Ese capital político la coloca en un nivel distinto dentro de Morena.
Su gestión en Nuevo Laredo, con cuatro años de orden administrativo, paz institucional y desarrollo urbano, ha dejado de ser referencia municipal para convertirse en ejemplo nacional. Por eso la incluyen siempre en los listados de las mejores alcaldesas del país, evaluada por metodologías externas donde la simpatía partidista no pesa.
Morena, por supuesto, lo ha notado. Y por ello se le han abierto espacios que no se conceden fácilmente: giras por ciudades clave, invitaciones constantes a eventos estatales y un trato preferencial del gobernador Américo Villarreal Anaya. La diferencia se percibe sin necesidad de subrayarla.
Su cercanía con la presidenta, Claudia Sheinbaum, refuerza esa lectura. En cada visita a Tamaulipas, la mandataria federal la distingue, la menciona, la reconoce. Para cualquier aspirante, ese gesto equivale a un aval político que no se obtiene a solicitud, sino por mérito.
A ello se suma su reciente presencia en Tampico, donde compartió la fórmula administrativa que ha transformado a Nuevo Laredo. El evento fue institucional, sí, pero también una muestra de que se está moviendo en territorios que trascienden la frontera y que sirven para medir músculo político.
Porque aunque el 2028 aún luce distante, la contienda ya inició. Los actores lo saben y el gobierno estatal también. Hoy cada fotografía, cada posicionamiento y cada presencia pública se lee bajo la óptica de la sucesión.
En ese tablero, Carmen Lilia es la figura más completa: tiene resultados, estructura, cercanía con la dirigencia nacional y un reconocimiento ciudadano que pocos pueden acreditar.
Si la definición de género favorece a las mujeres, la candidatura prácticamente tiene destino: Carmen Lilia Canturosas Villarreal.
La explicación de su posicionamiento reciente cobra sentido entonces: las giras, la visibilidad, el respaldo institucional, el reconocimiento nacional. Nada es casual; todo encaja en un proyecto de continuidad con perspectiva de género.
Antes, en el 2027, llegará otra ruta electoral: diputados federales, alcaldías y un Congreso local que será crucial para la gobernabilidad del próximo gobierno. Pero aun así, la sucesión ya contamina la agenda política del estado, aunque únicamente lo notan quienes leen señales, no discursos.
Mientras tanto, la alcaldesa de Nuevo Laredo avanza sin prisa y sin escándalos. Administra, se mueve, consolida alianzas, presenta resultados y fortalece su presencia política sin declararse aspirante ni disputar espacios antes de tiempo.
suele ser el que más convence en momentos de definiciones. Por eso, aunque falten tres años para la elección, es evidente que Carmen Lilia ya está instalada en la ruta correcta.
La competencia interna llegará, como siempre. Pero si las cosas se mantienen como hasta ahora y si el criterio de género se confirma, Morena ya tendría a su candidata natural para conservar el gobierno otros seis años.
Porque en Tamaulipas las señales no engañan. Sólo esperan al lector que sabe interpretarlas.
EL RESTO.
¿QUIÉN ES EL TAPADO?.- Nadie debe sorprenderse de la cifra de 40 aspirantes a contender por la silla que ocupa el michoacano, Irving Barrios Mojica, al frente de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE).
Y es que, le puedo garantizar que al menos un 80 por ciento de quienes se anotaron lo hicieron porque se los ordenaron. La intención es que se vea muy democrática la elección del nuevo fiscal.
Lo cierto es que la designación del titular de la FGJE para los siguientes siete años no sé decidirá en la sede del Poder Legislativo. Ahí solo se realizará el protocolo pero la decisión saldrá de otro lado.
Bajo esa realidad inobjetable la pregunta es: ¿Quién es el tapado?
Si la decisión es local, le apostamos por Jesús Eduardo Govea Orozco, pero si la federación mete mano el elegido podría ser Willy Zúñiga Castillo.
ASÍ ANDAN LAS COSAS.
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