La NBA, NFL o la MLB no se han tentando al castigar a sus deportistas con multas económicas hasta suspensiones
Hay una clara diferencia en cómo se maneja el deporte en Estados Unidos y México y cuando se trata de castigar o sancionar a algún deportista lo es aún más.
Tras la polémica que se suscitó con el tema de Julio César Domínguez, jugador de Cruz Azul por la fiesta que le hizo a su hijo con una temática relacionada al narcotráfico, tanto la Liga MX como el equipo emitieron un comunicado en el que prácticamente no hubo sanción alguna contra el jugador. Sólo se explicó que, de manera interna, la institución haría la sanción pertinente, la cual, como es una costumbre en el futbol mexicano, no se conocerá.
En ligas como la NBA, NFL, MLB o NHL esto no sucede. Por ejemplo, antes del arranque de la campaña regular de la NFL, la Liga decidió suspender a Deshaun Watson 11 partidos por estar involucrado en un tema de acoso sexual contra más de 20 mujeres. Incluso no jugó todo el 2021 mientras se mantenían las investigaciones.
El jugador también pagó una multa de cinco millones de dólares que, unidos a otros dos millones aportados por la NFL y Cleveland, sirvieron de apoyo a organizaciones en educación y prevención de agresiones sexuales.
En las Grandes Ligas se dio una de las sanciones más inverosímiles, pero que con ella se dejó claro que ningún jugador puede violar las reglas.
Rodolfo Castro de los Pittsburgh Pirates, fue sancionado con un partido de suspensión y una multa económica de un monto no informada, por jugar con un celular en el bolsillo.
En la NBA no importó que fuera Anthony Edwards, una de las estrellas juveniles, quien cometiera una violación que mereció una sanción.
Y es que Edwards realizó comentarios racistas y homofóbicos en sus redes sociales y aunque pidió disculpas no se salvó del castigo que consistió en una multa de 40 mil dólares.
Los tres ejemplos son muy distintos, pero uniformes en cuanto a que ningún jugador puede violar las políticas de conducta.
En el caso del Cata Domínguez claramente hubo una violación al tema de conducta y del manejo de una persona pública, pero en este caso la Liga MX, como lo ha sido en muchos otros ejemplos, le faltó mano dura.