Maremágnum
Por Mario Vargas Suárez

El mago es la persona que emplea ciertos conocimientos y prácticas con los que pretende conseguir cosas extraordinarias, gracias a la ayuda de trucos, habilidades o fuerzas sobrenaturales, aunque más humanas, popularmente llamadas ‘mañas’.

El término como el título de hoy proviene del persa antiguo ‘magi’ que en sentido original de la palabra ‘mago’ se refería a los integrantes de una tribu de Media y luego a los sacerdotes persas.

En esta época nos referimos al astrólogo o adivino que practican trucos de magia. Justo es decir que con el término ‘mago’ también se denomina a los ilusionistas, prestidigitadores y artistas que por medio de trucos consiguen crear la apariencia de poseer poderes… mágicos, sobrehumanos.

Los magos, se puede decir, hacen su trabajo de ilusionistas con el propósito de divertir y sorprender al público. Aunque pareciera que la magia también interviene en la política que, no pretenden divertir, más bien utilizar trucos o trampas para lograr propósitos específicos.

Desde la semana pasada una fracción de Senadores del PAN, hizo públicas las intenciones de solicitar la desaparición de poderes en el vecino estado de Veracruz, ahora gobernado por Morena. Solo que a los de ese color serio de partido no les pareció y amenazaron con hacerlo mismo con Guanajuato y Tamaulipas.

El argumento en las tres entidades es la inseguridad que está preponderando en esas tierras mexicanas, que no son las únicas, pero si las que gobiernan los partidos políticos del color que señalé.

El asunto es que hoy en la apertura de la emisión matutina de Radio Fórmula, el periodista Ciro Gómez Leyva dijo de la intención de la fracción parlamentaria de Morena para solicitar la desaparición de poderes en Tamaulipas y Guanajuato, gobernados por el PAN.

Las opiniones en contra de este aparente acto de magia de Morena, ha despertado todo tipo de especulaciones entre los habitantes de la tierra de la Flor de la Tamohalipa, al hacer comentarios e incluso de los seguidores del tabasqueño.

En Facebook, WhatsApp, Twitter, Instagram y muchos más, la información sobre el tema es insistente: No solo se habla de la posibilidad legal, sino que también se manejan nombres de los posibles sustitutos del reynosense.

Escribe el periodista potosino, Felipe Martínez Chávez, que “Fue el 9 de abril de 1947 cuando desaparecieron los Poderes de Tamaulipas por acuerdo del Senado de la República… Al mismo tiempo cayó para siempre uno de los peores cacicazgos de la entidad, el de Emilio Portes Gil”.

Apunta Martínez Chávez que todo empezó en marzo de ese mismo año, cuando el Inspector de Policía, Julio Ozuna, asesinó al periodista jaibo Vicente Villasana en la habitación 208 del Hotel Sierra Gorda, de la capital tamaulipeca.

Hasta el momento los de Morena, mediáticamente argumentan la ejecución de 8 personas, que según testigos y de la Comisión de Derechos Humanos de N.L., fue perpetrado por la policía tamaulipeca en la fronteriza Nueva Laredo.

El parte oficial inicial decía que las muertes fueron producto de enfrentamiento, aunque las testimoniales indican escenarios preparados, por lo que se ha investigado e incluso girado órdenes de aprensión para los policías involucrados.

El escenario real es el análisis del marco legal y en mi opinión, la ley reglamentaria señala, entre otros: quebrantar los principios del régimen federal; abandono del ejercicio de funciones; imposibilidad para ejercer sus funciones; prorroguen su permanencia en el cargo; promuevan o adopten formas de gobierno distinta.

¿Magos? Es posible… en nuestro México se ha dicho hasta el cansancio que vivimos una monarquía sexenal y antes fue por el PRI, experimentamos con el PAN y ahora con MORENA… Todo es posible, los súbditos somos los de siempre.