
Por: Evaristo Benitez Castro
¿Cómo negar “la cruz de tu parroquia?.
Esta expresión popular y añeja se vino a mi mente al ver las “clases” de box callejero que la presidenta CSP inauguró ayer domingo seis de abril en el zócalo capitalino de la Ciudad de México; escenario éste de múltiples ocurrencias puestas de moda desde el primero de diciembre de 2018.
—–Los mas felices son los organizadores del acarreo pues llenar el zócalo implica una generosa derrama de recursos públicos que salpican a miles de compatriotas—–.
Los correspondientes gobernadores (as) de la mayoría de entidades federativas mexicanas, al carecer de ideas originales hicieron lo propio en sus correspondientes reinados, como si fuera una genial idea de la señora presidenta: que todos deberíamos de aprender a boxear.
Mas de uno se pregunta… ¿Por qué a la presidenta y sus principales asesores políticos no se les ocurre enseñarnos a escribir, a pensar, a pintar, a conversar, a divorciarse de los delincuentes, y en fin a aprender cualquier actividad que nos acerque mas al humano que a los animales?.
Por ello la expresión que se ajusta a la presente y peculiar situación…..No niegan la cruz de su parroquia, o sea “se dice de quien pone en evidencia su forma de ser, su origen, sus cualidades y defectos, su IDEOLOGÍA”.
Y pareciera que nos conoce la presidenta a los 105 millones de adultos mexicanos mejor que nosotros mismos; nos encanta pelear al interior de la familia, con los compañeros de escuela o del trabajo, con los superiores, con los pares, etcétera.
Nuestra propia inseguridad personal que nos lleva, o minimizar nuestras capacidades personales o a sobre -estimarlas, provoca que dominen las pasiones sobre las razones en la práctica cotidiana.
Lo que no me acaba de cuadrar sobre lo antes expuesto es…..
¿Si a la señora presidenta CSP, desde años antes de ser candidata le han querido construir una imagen pública de CIENTÍFICA…cómo es que atiende recomendaciones de asesores palurdos?.
Misterio total; y ofrezco una disculpa porque hoy seré muy breve en mi texto pero le prometo emparejarme en la próxima oportunidad; y espero que coincida conmigo en las apreciaciones en comento.