• La Vuelta de las Semifinales de la Copa en España parece ser el gran platillo entre los dos archienemigos en este 2019

Madrid, España.- A la espera de que no se crucen sus caminos en la Champions League, la vuelta de las Semifinales de la Copa del Rey depara el Clásico de mayor trascendencia para un Real Madrid que se juega ante su eterno enemigo dos competiciones en cuatro días, y un Barcelona que quiere extender su dominio en el certamen copero.

Dejará huella el Clásico para Real Madrid y Barcelona. Los de Santiago Solari en una Copa del Rey a la que esta campaña sí se le concedió importancia, como el camino más corto a un título en un curso repleto de irregularidad. Dos duelos ante el eterno rival que marcarán el camino con la opción de quedar sin oportunidades en dos competiciones y tener que jugarse el todo o nada, un año más, a su torneo predilecto, la Champions League.

Para los de Ernesto Valverde un torneo que ha ido ganando importancia en su actual edición según se fueron superando barreras. En principio, la eliminación de la última Champions League con el desgaste físico mostrado en Roma, invitaba a no realizar excesos. Pero un grupo liderado por un ganador natural como Leo Messi no entiende de tirar competiciones. Remontaron al Sevilla y ahora quieren extender su dominio abrumador copero, con La Liga prácticamente en el bolsillo gracias a su regularidad.

En una década de asaltos del Barcelona al Bernabéu con recitales de Messi, hasta nueve victorias en 16 encuentros en todas las competiciones por solo cuatro triunfos madridistas, los de Solari quieren voltear la historia y acceder a la Final de Valencia, ciudad donde derrotó precisamente al conjunto azulgrana en su última conquista copera, en 2013.

Deberá enterrar sus dudas, renacidas de nuevo tras un tropiezo liguero e inesperado ante el Girona que cortaba la racha de grandes resultados y buen juego con la que firmó su esperada reacción. Poco importará en un clásico del todo o nada, con la afición del Santiago Bernabéu volcada para impulsar a su equipo.

El Barcelona se acogerá al gran momento de Messi y a su monopolio en la Copa del Rey – cuatro títulos consecutivos – para continuar vivo en su competición fetiche, aunque todo pasa imperiosamente por marcar en el Bernabéu en las Semifinalescoperas.

El dominio de los azulgranas en esta competición es abrumador, con seis títulos en la última década y 23 eliminatorias a doble partido superadas en la Copa.

El factor Gareth Bale

Si las apariencias no engañan, todos en el Real Madrid están enfocados en enfrentar al Barcelona en las Semifinales de la Copa del Rey. Inclusive Gareth Bale.

El compromiso del extremo galés con el equipo ha sido cuestionado tras no querer festejar un gol el pasado fin de semana.

Pero con dos partidos consecutivos ante el Barcelona esta semana, el técnico del Real Madrid, Santiago Solari, se apuró a poner paños fríos a la idea de que hay conflicto en el seno del equipo.

“Lo veo a él y al resto de jugadores con el foco en el partido” dijo de Bale. “No puede estar la mirada puesta en la periferia de lo anecdótico, está en lo que nos importa y nos interesa”.

Llamado a tener más protagonismo tras la salida de Cristiano Ronaldo, Bale no se ha establecido como un titular fijo en el Madrid, eclipsado por la irrupción del juvenil brasileño Vinicius Junior.

El fastidio de Bale fue aparente cuando Solari optó por Marco Asensio como primer cambio en la victoria como visitante 2-1 ante Levante el domingo. Cuando se dio cuenta que no lo habían tomado en cuenta, el extremo galés dejó de calentar y se sentó en el banquillo, esperando ahí durante unos minutos hasta que el técnico argentino le indicó que ahora sí iba a ingresar.

Anotó el segundo gol del Madrid al cobrar un tiro libre. Pero no lo celebró, apartando a Vásquez de su camino y si acaso rozó las manos de otros compañeros.

En una reciente entrevista, Marcelo deslizó que solo puede comunicarse con Bale en inglés y el arquero Thibaut Courtois mencionó que el extremo se ausentó de una reciente cena en grupo porque quería dormir temprano.