PALACIO
Por Mario Díaz
De toga negra a guinda
-Suprema Corte de Justicia y Tribunal de Disciplina impuestos por la 4T
-Mediante el “acordeón electoral” se eligieron ministros y magistrados
-Comparan al Tribunal de Disciplina Judicial con la Santa Inquisición
- Matamoros, Tamaulipas.-A juzgar por los resultados inducidos por medio del “acordeón electoral”, tal parece que a partir de septiembre próximo los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y los magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ) mudarán imaginariamente la toga en color negro por la misma indumentaria pero en color guinda.
En consecuencia, tanto los ministros del máximo tribunal en el país como los magistrados que vigilarán a los jueces federales a pesar de que continuarán vistiendo la tradicional toga por mandato constitucional, una corriente de opinión sugiere que la imaginaria toga guinda obedece al eventual sometimiento de quien los propuso y los impulsó por medio de la nueva “herramienta electoral” creada por el gobierno de la Cuarta Transformación.
Obviamente, en términos reales y por respeto a la Carta Magna los nuevos integrantes de la SCJN no cambiarán físicamente el color de la tradicional toga inspirada en la autoridad que representan los ministros encargados de velar y hacer respetar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Sobra decir que en torno a la reforma al Poder Judicial y la elección de jueces, magistrados y ministros por voto ciudadano en poco o nada han prosperado ni prosperarán las observaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ni la Organización de los Estados Americanos (OEA), a pesar de que México está afiliado a ambos organismos.
Como es del dominio público los nueve integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (cinco mujeres y cuatro hombres) fueron seleccionados de acuerdo al número de votos obtenidos durante el proceso electoral del primer domingo del mes en curso, a pesar de que solo a un 13% del padrón electoral les interesó ese ejercicio cívico tan cuestionado tanto en el territorio nacional como en el extranjero.
Con el respaldo de 6.2 millones de votos (5.3%) el nuevo ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, será el abogado oaxaqueño HUGO AGUILAR ORTIZ, cuerpeado por los ministros varones GIOVANNI AZAEL FIGUEROA MEJÍA, IRVING ESPINOSA BETANZO y ARÍSTIDES RODRIGO GUERRERO GARCÍA.
Las ministras recién electas por voto popular y en atención a la paridad de género son LENIA BATRES GUADARRAMA, YASMÍN ESQUIVEL MOSSA, LORETTA ORTIZ AHIFF, MARÍA ESTELA RÍOS GONZÁLEZ y SARA IRENE HERRERÍAS GUERRA, quienes forman parte del pleno del máximo tribunal en el país.
La rotación de la presidencia será cada dos años con base en el porcentaje de votación captada durante la jornada comicial. HUGO ORTIZ será el ministro-presidente durante el período 2025-2027; LENIA BATRES de 2027 a 2029; y YASMIN ESQUIVEL ocupará ese cargo entre 2029 y 2031 durante las primeras tres rotaciones.
La reforma al Poder Judicial establece que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya no se desempeñarán en el cargo durante 15 años, ya que la nueva normatividad indica que sus períodos oscilarán entre 8 y 12 años.
Por otra parte, el órgano sustituto del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) será a partir del primero de septiembre el Tribunal de Disciplina Judicial cuya misión será investigar y sancionar a jueces y magistrados federales e, incluso, a los ministros de la SCJN. Por lo tanto, el TDJ integrado por tres magistradas y dos magistrados será un órgano jurisdiccional con amplia jerarquía en materia de disciplina dentro del Poder Judicial de la Federación.
Durante el período 2025-2027 la magistrada CELIA MAYA GARCÍA presidirá el Tribunal de Disciplina Judicial y será relevada, dos años después, por EVA VERÓNICA DE GYVÉS ZÁRATE, quien, a su vez, entregará la batuta a BERNARDO BÁTIZ VÁZQUEZ. También forman parte del pleno INDIRA ISABEL GARCÍA PÉREZ y RUFINO H. DE LEÓN TOVAR en el entendido de que los magistrados del TDJ durarán siete años en sus respectivos cargos.
Cabe señalar que las amplias facultades del Tribunal de Disciplina podrían derivar sustentan el razonamiento de juristas expertos en el sentido de que podrían surgir interpretaciones arbitrarias como consecuencia de la ambigüedad de causales de sanción que contempla la reforma judicial.
El compromiso político de los magistrados con el Gobierno de la Cuarta Transformación podría influir en la nulificación de resoluciones contrarias a intereses de los Poderes Ejecutivo y Legislativo.
¿Cómo la ve?
DESDE EL BALCÓN:
I.-Sobran quienes opinan que el poder del Tribunal de Disciplina Judicial sería equiparable a la Santa Inquisición, pues de ella dependerá la suerte de jueces, magistrados y ministros.
Ni hablar.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx