Maremágnum
Por Mario Vargas Suárez
Si se pudiera medir de alguna forma todo lo que se ha dicho o escrito del actual Ejecutivo Federal en México, seguramente que habría solo una palabra -sin ser unidad de medida- la que pudiera dar una idea aproximada, no exacta: excesivo.
No cabría una media numérica o literal, de tiempo, longitud, peso, capacidad… nada.
¿Cómo medir las palabras o expresiones verbales o escritas?
Todo lo que se ha dicho -en cualquier sentido- sobre el presidente de México, ha servido para dividir no solo las opiniones, sino el “sentir” de los mexicanos que ahora si estamos des-unidos.
Lo más reciente parecía haber sido el tema del Culiacán Sangriento, ocurrido a mediados del mes próximo pasado. Los mexicanos nos damos cuenta de las incongruencias.
Solo por mencionar el número de víctimas de los ciudadanos de aquella zona del país, en redes sociales, El Jueves Sangriento de la capital sinaloense, dicen fueron más de 100 los muertos por la operación fallida, aunque los números oficiales son otros.
Antes de Culiacán en redes sociales apareció un video desde la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) donde se presenta un militar de alto rango que se identifica como Carlos Gaytán que en una buena retórica, hace énfasis del descontento de un buen número de militares por el discurso presidencial.
Pese a que el video apareció desde el 22 de octubre pasado, pareciera que apenas este fin de semana fue presentado a Don Andrés López, quien de inmediato, a falta de periodistas de La Mañanera, por Twitter, descartó haya las condiciones para un golpe de Estado en México
Dice AMLO en la mañanera del lunes 4 de noviembre, “Surge esto también porque la declaración del general es imprudente… tiene todo su derecho, a expresarse, a manifestarse, pero si leen ustedes el texto, hay una actitud poco mesurada… hay una ideología dominante… Un lenguaje bastante, bastante, bastante conservador, y estamos enfrentando eso también con la transformación”, comentó el mandatario en su conferencia.
El expresidente Vicente Fox Quezada (2000-2006) como respuesta afirma que la “…historia reciente de México registra una intentona de golpe de Estado, en 2006, cuando un tabasqueño se apodera de varias calles de la CDMX, se coloca una banda tricolor y se autoproclama presidente legítimo de México…”
A pesar de que AMLO llega a la presidencia de México con la mayoría de los votos de apenas una tercera parte del total del padrón electoral, sigue insistiendo en que cuenta con el respaldo de una “mayoría libre y consciente, justa y amante de la legalidad y de la paz”.
El presidente López insiste en que ésa mayoría “…no permitiría un golpe de Estado, ya que el México de hoy ‘no es tierra fértil’ para el genocidio ni para canallas que lo imploren”, por lo que reiteró “…no hay nada que temer.”
El escándalo del golpe de Estado, quizá fue la intentona para disminuir la avalancha mediática por el video indiscreto sobre los acontecimientos sucedidos en Baja California donde la Titular de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), la abogada Olga Sánchez Cordero, fue filmada celebrando los 5 años y no 2 del gobernador Bonilla.
En medio de risas, burlas y expresiones de júbilo, la número 2 del gobierno federal, nos recordó la expresión de muy mal gusto del literato Paco Ignacio Taibo, cuando fue nombrado titular de la Editorial Fondo de Cultura Económica, “…se las metimos doblada…”
Hay plumas que aseguran esta es la última semana de la Senadora con licencia y por el momento, titular de la SEGOB, por este error de confianza entre la gente del gobernador Bonilla o quizá de la misma Sánchez Cordero.
El general Gaytán, subsecretario y jefe del Estado Mayor de la SEDENA (con Felipe Calderón), hizo las muy duras declaraciones en un desayuno donde estaba Luis Crescencio Sandoval, titular de la SEDENA, es decir, no sé escondió.
Finalmente entiendo que la sociedad mexicana está polarizada políticamente por una ideología dominante, pero de ninguna forma mayoritaria, una ideología que se sustenta en una corriente, pretendidamente izquierdista, cuna de un gran resentimiento social.