HIPÓDROMO POLÍTICO POR CARLOS G. CORTÉS GARCÍA

El INEGI anunció una drástica caída de la economía de México en el segundo trimestre de 2020.

¿Y el enjuiciamiento a los ex presidentes para cuándo? ¿Estrategia política o mediática? ¿Y el castigo al mal desempeño? ¡Puras frivolidades, dicen…!

Gustavo de Hoyos Walter: “los resultados de la crisis económica y sanitaria, se han exponenciado por la falta de medidas oportunas y pertinentes del Gobierno Federal.

“¿Comunicación Social del Congreso de Tamaulipas? Bueno, bueno, Mariana Mondragón……Buenoooooooooooooooo”… Una estrella más del canal…

Javier Castro Omaerchea, el Fiscal del Combate a la Corrupción en Tamaulipas, rindió su tercer informe de labores

Hace apenas unos minutos, el Instituto de Geografía e Informática, INEGI, hizo público que el Producto Interno Bruto del país se contrajo un 18.7 por ciento, en el segundo trimestre de este año.

Más allá de lo político, la cifra representa la peor caída en la historia para la economía mexicana, impactada por la pandemia de COVID-19, cuyas afectaciones fueron muy considerables en abril y mayo, los dos meses completos de paro de actividades no esenciales y la generalización de las medidas de confinamiento en el país.

El dato proporcionado por el INEGI este miércoles, representó un ligero ajuste desde la contracción de -18.9 por ciento informada el pasado 30 de julio. ¿Qué tan grave es esta caída? Le doy como dato que para la economía de los Estados Unidos se calcula que la caída es de un 9%. Serio y grave el dato para México, con todo lo que ello implica y las afectaciones a la economía doméstica.

Y le comparto una cifra más que vale la pena no perder de vista. La caída más cercana al dato de este día, 26 de agosto de 2020, ocurrió en el segundo trimestre de 1995, cuando en el marco de la crisis de ese año, del llamado efecto tequila, la economía se desplomó un 8.6 por ciento.

También, la contracción del PIB en el segundo trimestre de este 2020, superó también los registros de 2009, año en el que México sufrió los efectos de otra crisis mundial y de otra pandemia: la de la influenza AH1N1. En ese momento de la historia económica del país y del mundo, la caída más grande a tasa anual fue la del periodo que corrió de abril a junio de 2009, cuando la economía cayó un -7.7 por ciento.

Pero si estos datos no logran sensibilizarlo sobre la gravedad de circunstancia que vive la economía mexicana, le comparto que esta caída es, además, la quinta contracción trimestral consecutiva a tasa anual. De acuerdo con el INEGI, en los trimestres anteriores, el PIB cayó 0.02, 0.45, 0.78 y 2.2 por ciento, respectivamente. Y bajo el Gobierno actual, la economía creció solo durante el periodo enero-marzo de 2019, con un 0.07 por ciento a tasa anual, lo que habla de una inercia en el cierre de la administración federal de Enrique Peña Nieto y no del resultado de una política pública y financiera consistente y con rumbo.

Asimismo, y aunque el Gobierno inició la fase de “nueva normalidad”, desde el pasado 1 de junio, con la inclusión de las industrias automotriz, minera, y de construcción, transformándola a la categoría de “actividades esenciales”, los empleos formales perdidos por la parálisis de la economía superaron el millón de puestos de trabajo, de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su estrategia “electoral” y de campaña, y citando datos aún no publicados por el IMSS, afirmó que en lo que va de agosto se han creado 30 mil empleos formales. ¿Será?

Pero no todo es tan malo como pareciera. En su último comunicado de política monetaria, el Banco Central resaltó que diversos indicadores mostraron cierta recuperación a partir de la reapertura de algunos sectores de la economía y el relajamiento en las restricciones determinadas por el semáforo de riesgo epidemiológico.

Pero el escenario de miel sobre hojuelas, como el jefe del ejecutivo federal lo ve, yo no puedo verlo tan claro como él lo observa. Hay voces de expertos, incluido el sub gobernador del Banco de México, Jonathan Heath, quien ve la economía recuperada y creciendo al dos por ciento hasta 2026, cuando la actual administración llevaría ya dos años de haber finalizado.

Y por eso, se debe reconocer la trascendencia del programa implementado por el Gobierno de Tamaulipas, a través de Inversión Tamaulipas, poniendo a disposición de los pequeños y medianos empresarios cincuenta millones de pesos, como una bocanada de oxígeno ante los oídos sordos del gobierno federal. Este programa, como lo hemos venido comentando en este espacio, ayudará con préstamos a las MIPyMES para la adquisición de capital de trabajo. Y así lo ha expresado el propio Gobernador: “de las empresas que cierran sus puertas, difícilmente el diez por ciento vuelve a operar”. Y el cierre de empresas representa para cada entidad colapso de sus economías, perdida de fuentes de trabajo, y, como consecuencia, incremento de la violencia social y el disparo en la criminalidad, por razones obvias.

Por ello, y dado el enorme esfuerzo que ha hecho la administración estatal, de Francisco García Cabeza de Vaca para bajar los índices delictivos en la entidad, y que ha impactado en los indicadores de inseguridad, tiene el interés del Gobernador por garantizar el tránsito del estado y de su sociedad por aguas pantanosas con los menores daños posibles, buscando garantizar en todo momento la gobernabilidad de Tamaulipas.

Asimismo, para nadie es un secreto la postura del Gobierno Federal de no ayudar a los empresarios. El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha empecinado en no generar programas financieros de rescate para las micro, medianas y pequeñas empresas, con el costo económico que ello representa, aunque este vulnera las economías locales y la economía nacional. Sólo como dato marginal, la micro, pequeña y mediana empresa genera el setenta por ciento de la planta laboral de este país. ¿Vale la pena ayudarles entonces? Yo pienso que sí, pero a lo mejor López Obrador tiene otros datos.

En uno de sus promocionales del Segundo Informe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, habla de comunismo, de evangelio, de ayudar a los desposeídos y a los pobres y cierra el discurso con su memorable frase al referirse que ayudar a los pobres es el centro del evangelio: “tengan para que aprendan”. Pues lo mismo le decimos los mexicanos al presidente, quien ve con un desbordado optimismo la economía del país: “Andrés Manuel, tenga para que aprenda”. Y es que no es lo mismo tener para comer opíparamente y vivir en Palacio Nacional, con todos los servicios y las comodidades, que tener que salir a jugártela, todos los días, en un ambiente crispado por la pandemia y no saber, siquiera, si vas a volver a casa, con tu familia, con un pedazo de pan o con vida, que es peor.

Y remato. México ya no necesita ocurrencias ni esfuerzos para dividir y polarizar al país, no podemos seguir viviendo entre chairos y fifís. Nuestro país necesita estrategias como las que se han aplicado en Tamaulipas, y otras entidades, que fortalezcan a la economía local, a la planta productiva, a la generación de empleo y al fortalecimiento de la economía doméstica. Lo demás es politiquería y ocurrencias que no abonan en nada al progreso de mi querido México, y sí, lo acercan cada día más al despeñadero. Por lo pronto, los economistas prevén que la economía mexicana decrecerá en este 2020 en un rango que oscila entre el -10 y el -13 por ciento, lo que permite establecer que la recuperación económica del país, para volver a los niveles de 2019, podría tardar hasta 10 años. ¿Terrible? Terrible y lo que le sigue, y más, sin una intervención inteligente por parte del gobierno federal.

PD. 1. Pareciera que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anda jugando a Pedro y el Lobo, con el asunto del enjuiciamiento de los ex presidentes: “si los enjuiciamos, mejor no; mejor a consulta ciudadana, mejor no; mejor lo que diga mi dedito, mejor no”. Y entonces, la justicia en México está a como el ánimo presidencial amanece cada día de la semana, porque ahora los mexicanos nos fumamos la mañanera, de lunes a viernes, y la sabatina y la dominguera, más lo que se acumule esta semana.

¿A qué le tendrá miedo el jefe del Ejecutivo para llevarlos a juicio? ¿Pues no que ya tiene pruebas suficientes en la denuncia del “señor Lozoya”? ¿Por qué se tarda tanto en tomar la decisión? Porque no podemos olvidar que López Obrador llegando-llegando a la presidencia canceló el aeropuerto de Texcoco y para el enjuiciamiento de los ex presidentes se ha hecho el occiso durante casi ya dos años? ¿A que le tiene miedo? ¿A que le salga el tiro por la culata? Porque actúa como que quiere, pero no se anima. López Obrador ha dicho que el juicio “es un proceso que amerita tiempo y seguir todo el procedimiento de conformidad con la ley”, por un lado, aunque por otro lado asegura que “Peña, Calderón, Videgaray… tienen que declarar”. Y la pregunta del sabio pueblo es: ¿y cómo para cuándo?

Y aunque López Obrador ha señalado que el asunto le corresponde a la Fiscalía General de la República, porque “ellos están haciendo la investigación, están llevando a cabo todo el proceso que exige la ley, seguramente los implicados que son como 70 personas van a ser llamados a declarar”, yo veo miedo y temor a aplicar la Ley, sin agandalles, sin abusos de poder. Sólo habría que aplicar la Ley.

Pero más adelante recula el primer mandatario: “se tiene que probar lo que se denuncia. No se puede culpar a nadie sin pruebas. En su momento, en su momento, la fiscalía va a informar, y va a enviar este proceso al poder judicial como corresponde, y son los jueces los que van a determinar y a llevar a cabo lo que corresponde”.

Entonces, ¿Somos o no? ¿Se está gobernando con seriedad y estrategia o sólo con ocurrencias? ¿Por qué unos temas del gobierno, como Texcoco, vuelan y otros, como el juicio de los expresidentes, nomás no avanzan? ¿Le tiene miedo López Obrador a los expresidentes o sólo respeto? ¿Es esta amenaza de juicio a Peña, Calderón, Fox o Salinas una motivación política y mediática, o realmente hay la voluntad de llevarlos a juicio? Me parece que Andrés Manuel López Obrador debiera ver hacia adelante para sacar a México de la crisis económica y sanitaria en la que estamos inmersos, y dejar a las instituciones de justicia, que para eso fueron creadas, los temas del pasado y de legalidad, porque, insisto, parece que el titular del ejecutivo federal está perdiendo tiempo, valioso tiempo, en estrategias frívolas del “te acuso, te acoso, te detengo y te llevaste”, cuando los números duros nos dicen que México no va por el camino correcto. Y ahí está el número de fallecidos por la pandemia y por una pésima estrategia de salud; ahí está el tema del crecimiento de la delincuencia organizada y ahí está la caída de la economía nacional a niveles no vistos en la historia del país. Y en esto vamos a tardar mucho en recuperarnos, aún y ante el desbordado optimismo presidencial de todos los días. Hagan sus apuestas. Yo pienso que a los presidentes no los van a tocar ni con el pétalo de una rosa.

PD. 2. Gustavo de Hoyos Walter, presidente nacional de la COPARMEX, a respuesta de quien esto escribe, dijo que “la crisis económica y sanitaria, los efectos nocivos ineludibles por esta pandemia inédita, se han exponenciado por la falta de medidas oportunas y pertinentes -del Gobierno Federal-. “Todo el mundo -dijo el líder empresarial- ha sufrido los efectos de esta pandemia, pero ahora que empiezan a acumularse meses, es evidente que una de las peores gestiones, en el mundo, es la del presidente López Obrador, para poder atajar esta pandemia y, ciertamente, esto va a marcar, de manera clara y contundente, el resultado de lo que podría ser la apreciación de este segundo año -del presidente de la república_”.

De Hoyos Walter agregó: “No le atribuimos eventos que no le correspondan -a AMLO-, pero la determinación de la gravedad de los efectos, ciertamente, ciertamente hay una responsabilidad irrenunciable, por la falta de pericia y la falta de voluntad política para atender esta crisis.

Y fue más allá el dirigente nacional de la COPARMEX, al agregar que “en una encuesta reciente, la mayoría de los mexicanos, incluso aquellos que son usualmente proclives a apoyar la gestión del presidente -López Obrador- señalan, clarísimamente y de forma contundente, que el gobierno federal ha manejado con criterios políticos y no científicos, la crisis y aquí tenemos los resultados”.

Si no lo cree, cosa nomás de seguirle la huella a las mañaneras y a los datos duros y, entonces, se va a dar cuenta Usted, de las inconsistencias del mandatario federal, quien me parece, ha confundido la presidencia republicana con una monarquía absolutista.

PD. 3. Donde parece que siguen en cuarentena, es en el área de Comunicación Social del Congreso de Tamaulipas, en donde su coordinadora, Mariana Mondragón, al parecer no supera su etapa de la “estrellitis” de la televisión, y entonces no atiende a los medios, no contesta las llamadas telefónicas ni los mensajes. Pareciera que el presidente del Congreso de Tamaulipas, Gerardo Peña Flores, debiera hacerle una llamada de atención a su coordinadora, porque de persistir esta situación anómala en el trato hacia la prensa, quien puede pagar los platos rotos será el propio Peña Flores. Y en el futuro, porque Gerardo tiene proyecto, andarse con estos “juegos de soberbia y protagonismo”, no lo van a conducir a nada bueno y, por el contrario, podría costarle un alto costo político. Tiempo al tiempo.

PD. 4. Sin duda, un buen informe el rendido por el de Javier Castro Omaerchea, el Fiscal de Tamaulipas en Combate a la Corrupción. En su tercer informe de labores, Castro Ormaechea destacó que, aunque la Ley establecía los ordenamientos, en la entidad se vivía en “un absoluto abandono en el combate a la corrupción”. Lo que generó una enorme impunidad que hoy se ha combatido con la creación de 757 expedientes y en los que se ha actuado.

Castro Ormaechea entregó el documento de sus actividades al representante del Gobernador del Estado Francisco García Cabeza de Vaca, David Cerda y al presidente del Congreso, Gerardo Peña y en el informe se destaca que, en estos tres años, el Estado ha recuperado 1,500 millones de pesos en bienes, gracias a que “existe una real voluntad política para combatir la corrupción y con ello la madre de todos los delitos que es la impunidad”.

El titular de la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción de Tamaulipas, informó que, a la fecha, el trabajo de la dependencia a su cargo, ha resuelto el 74% de los 757 expedientes que se han abierto y existen aún en trámite 196 asuntos. El mensaje del Fiscal Anticorrupción, duró sólo 9 minutos de un total de 26 minutos que duró toda la transmisión, pero, de entrada, sin entrar al fondo, como dicen los abogados, me parece que hay que ponerle una palomita.

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HIPÓDROMO POLÍTICO D.R. 2020