FAENA EN CANALPor: Evaristo Benitez Castro
El innegable encanto de la nómina.
En un primer vistazo pensé que se trataba de una agrupación más de esas que surgen al amparo del poder institucional y bajo la sombra de alguna nómina transitoriamente generosa; por lo tanto su vida sería efímera.
Una jovencita tomó posesión (ayer) como cabeza de la “Coordinación de la Red de Periodistas con Visión de Género-Victoria”, según reza el correspondiente boletín.
Mi sorpresa surgió al revisar las fotos que acompañan al boletín de marras; presentes y felices Secretarios y Secretarias del Ejecutivo de Tamaulipas (de hecho el lugar del evento parce un edificio público arreglado para el efecto),titulares de órganos autónomos (como la Comisión Estatal de Derechos Humanos).
Adicionalmente legisladoras, responsables de los poderes legislativo y judicial del acordeón, asesores de Secretarios de despacho, coordinadores de prensa de las instituciones mas chayoteras de la región, primeras damas de algunos municipios como el de la capital del estado y en fin presentes hombres (poquitos) y mujeres empoderadas (muchas).
Enfermo de la mente como parece ser su servidor y amigo, no dejé de reflexionar…..¿Quién patrocina tan lucidor evento de las amigas periodiqueras?; y mejor aún…¿quién es la dama líder afortunada?.
No existe alguna duda de por medio que la agrupación femenil en cita nace con los mejores augurios, en tanto que por relaciones de poder y arropamiento político no paramos.
¿Qué tarea inmediata tiene la “Red”?.
No puedo dejar de pensar en la política electoral por un lado y por el otro en una trinchera (¿vietnamita?) de defensa orgánica al gobierno, ante los inminentes tiempos convulsos que pueden venirse sobre políticos hoy poderosos y administradores de jugosas nóminas.
Lo que está fuera de discusión, para los que saben y viven de la política-servicio público, es que se trató de un evento que manda un mensaje claro: la agrupación femenil no viene por migajas o escurrimientos.
Entonces….¿ Para donde soplarán los vientos de la Red?.
De ello conversaremos enseguidita; en lo inmediato debo de concluir que es innegable el encanto de la nómina.
