Tiempo de opinar
Por Raúl Hernández Moreno

— Los patos le tiran a las escopetas
— El jueves se sabe quién sustituye a Córdoba

Ahora  resulta  que los patos le tiran a la escopetas. Y es que el ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca no solo publicó en días pasados un video en el que anunció que es aspiracionista – ¿o quiso decir vulgar ambicioso?- y que quiere ser candidato presidencial,  sino que además éste  sus abogados anunciaron que  demandaron al  gobernador Américo Villarreal Anaya, aunque sin especificar de qué lo acusan.

Es el mundo al revés.

Cabeza es muy echado para delante, pero se sigue resistiendo  y no tiene el valor suficiente para  írsele a la yugular al Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en estos últimos años es el que ha estado en su contra.

A Cabeza no le alcanza para ser candidato presidencial, salvo que los del PAN y el PRI  anden en plan de pobreza franciscana y  decidan  apoyar al ex mandatario  tamaulipeco para que sea  el abanderado presidencial, con la  condición que  pague la campaña.

Cabeza  debe tener suficiente dinero para gastarse unos mil millones de su bolsa  y conseguir otros tres o cuatro mil entre sus compiches, con lo cual  garantizaría una  campaña decentona, aunque  sin posibilidades de   ganar.

Y es que para el 2024, la oposición esta moralmente muerta. Morena gana sin importar que la candidata sea  Claudia, Marcelo o Adán Augusto.

El triunfo, incluso, está asegurado con Ricardo Monreal  y con Gerardo Fernández Noroña.

Las enormes  ventajas de Morena se centran en dos  grandes rubros: los 25 millones de  beneficiarios de los programas  sociales  y la  presencia, hasta ahora, de 22 gobernadores, lo que le permite mover a las estructuras  territoriales.

En realidad más que querer ser candidato presidencial, Cabeza quiere inmunidad y que el PAN lo  invite de  senador plurinominal.

Cabeza tiene al PAN de Tamaulipas en un puño y ni los  José Sacramento, ni Arturo Soto o Rafael Pedraza, tienen la astucia suficiente para bloquearlo y impedirle que  le siga haciendo daño al partido.

En cambio, Cabeza  sigue contando con aliados incondicionales a los que usa de alfombra  como Luis René Cantú, Imelda Sanmiguel y Félix Fernando García, los que son felices cada que su  jefe les dedica una mirada o una mentada de madre. Para el caso es igual, lo  importante es que voltee a verlos.

Por otra parte, el jueves se escogerá a los cuatro nuevos consejeros del INE, incluyendo la mujer que  sustituirá a Lorenzo Córdoba, que se va el 3 de abril. Esperemos que no aproveche los días que le restan para promover un acuerdo de consejo general  del INE que prohíba que Morena  gane en las elecciones de 2023 y 2024.

Con la salida de Córdoba, el PRI y el PAN pierden un aliado que les ha sido  de gran  utilidad para cancelarle   candidaturas a Morena, aunque este desmedido apoyo no ha impedido que Morena  gane 22 gubernaturas en cinco años.

Córdoba es un anti-demócrata, aunque a él le  gusta presentarse como  inventor de la democracia.

Es lo mismo con el Presidente López Obrador que se dice liberal y es un mocho.