Maremágnum
Por Mario Vargas Suárez

El culto a los muertos es quizá una costumbre de la humanidad y México no es la excepción porque según registros de los conquistadores españoles, esta actividad viene desde las culturas prehispánicas.

De ninguna manera es cuestión de gobiernos, partidos políticos o titulares de alguna secretaría de estado.

La muerte, para todos los humanos, ha sido un misterio al que de alguna forma, las diferentes culturas, han rendido ofrendas muy diversas, desde flores y hasta vidas de animales o humanas.

El Día de Muertos es una festividad donde los mexicanos en eventos muy solemnes demostramos el respeto al mundo desconocido, pero también la ironía se hace presente como en La Catrina, originalmente llamada La Calavera garbancera- ideada por Don Guadalupe Posadas, en tiempos de don Porfirio Díaz.

Dicho sea con verdad, desde la época de Don Benito Juárez, la figura de la Calavera Garbancera se popularizó con textos y dibujos de calaveras burlonas de la clase media que criticaba la situación nacional y los exhibicionismos de la clase privilegiada.

Los textos y dibujos fueron difundidos en pasquines y periódicos ocasionales llamados de Combate y el editor Guadalupe Posadas tiene el ingenio para ‘vestir’ a las calaveras con ropas de gala, bebiendo pulque, lo mismo en fiestas de la alta sociedad que en populosos barrios.

En la capital del país, desde antes de la llegada de los españoles, el poblado de Mixquic -lugar donde abunda el mezquite- celebra a sus muertos y en los tiempos actuales esa tradición no ha decaído, por el contrario, ha sido ejemplo de culto a los muertos.

El Museo de la Calaverita (2005), dirigido por su creador, Marco Antonio Galicia Suárez, ubicado en la Av. 20 de noviembre No. 24, de Mixquic, en la CDMX, abre sus puertas desde la última semana de octubre y hasta el 15 de noviembre.

La creatividad de Galicia Suárez da ‘vida’ a figuras hechas de carrizo, unidas con alambre o hilo y lo mismo representa a actores, cantantes, políticos, hombres de ciencia, etc., nacionales o extranjeros.

Este 2019 integran la galería del Museo de la Calaverita: José José, el clavadista de la Quebrada de Acapulco, Yolitzia Aparicio, Celso Piña, Margarito, El Chapulín Colorado, El Huachicolero, Che Guevara, Fernando Delgadillo, Café Tacuba y sus integrantes: Enrique, Rubén, Albarrán, Joselo y Emanuel.

También pasarán lista de presentes los integrantes de Los Locos Adams, con Homero, Morticia, Pericles, Merlina, el Tío Lucas, Largo y Dedos. En total esta vez la galería del Museo de la Calaverita tendrá más de 30 personajes en escena.

Marco Galicia comenta que la mayoría de sus personajes son marionetas con ‘vida propia’ pues por medio de electricidad les da movimiento, pero también a través de hilos y con la habilidad necesaria, “…las calaveritas cobran vida”.

Los visitantes a Mixquic desde el 31 de octubre pueden caminar por calles, avenidas y la plaza principal, donde encontrarán las puertas abiertas de los hogares con ofrendas monumentales para sus muertos.

Particularmente la noche del 2 de noviembre, el panteón que rodea la iglesia de San Andrés (construida en 1537 por los franciscanos) presenta un espectáculo único, cuando las tumbas son decoradas con flores, cirios y veladoras, por los familiares de los difuntos que hacen ‘guardia’ durante varias horas. A este echo de le conoce como La Alumbrada.

Finalmente le comento que en La Casa Cural, se localiza un antiguo templo prehispánico, donde está la piedra Miquiztli -representa a la Muerte-, un Chac mool y unos aros del Juego de Pelota, llamados tlachtemalacatl.

Vale la pena este fin de semana visitar el Museo de la Calaverita de Marco Galicia Suárez.