Tiempo de opinar
Por Raúl Hernández Moreno

El PAN está cumpliendo 80 años de su fundación y el Secretario de Finanzas del Ayuntamiento, Daniel Tijerina, recordó la frase de Manuel Maquio Clouthier: “Solo esta derrotado aquel que ha dejado de luchar”.

Es una frase que durante muchos años el PAN aplicó a nivel nacional y local. Para acceder a la Presidencia de la República, el PAN tuvo que esperar 61 años, toda una vida. Fueron 61 años difíciles para el panismo. En 1976, por ejemplo, decidieron no postular candidato presidencial, desilusionados porque eran los tiempos en que el PRI ganaba a como diera lugar.

En 1988, con Clouthier como candidato, el PAN tuvo una campaña exitosa pero que fue superada por la de Cuauhtémoc Cárdenas que era apoyado por una alianza entre expriistas, la izquierda y partidos que hasta entonces habían sido satélites del PRI como el PARM y el PFCRN. Y al final, cuando Cárdenas se quejó de fraude y proclamó su triunfo, el propio Clouthier lo apoyó.

Si a nivel nacional el PAN batalló para lograr la alternancia, en Nuevo Laredo la historia fue parecida.

Durante la década de los setentas, el adversario del PRI era el PARM. El PAN no pintaba. En 1983, al quedar sin registro el PARM, los parmistas apoyaron al PAN y por primera vez los azules lograron un triunfo en las urnas que les fue arrebatado por la Secretaría de Gobernación, que entonces tenía a su disposición a la Dirección Federal de Seguridad y a la Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales. Para los opositores había dos opciones: o un dulce o garrote, que podía traducirse en la muerte.

No fue sino hasta el 2013 en que el PAN gano la presidencia municipal, pero antes de eso tuvo que padecer todo tipo de situaciones y comentarios ante cada derrota que le era infringida en las urnas. Entre los ganadores no era raro que alguno de ellos hiciera mofa de las derrotas panistas. Pese a esas derrotas, muchos no dejaron de luchar, siguiendo el consejo de Manuel Clouthier.

Clouthier era un tipo electrizante. En 1988 visitó Nuevo Laredo y tuvo una reunión en el salón del desaparecido Hotel Hacienda, que estuvo a reventar. Era directo, lapidario, sarcástico, ingenioso. Tenía un gran carisma, tan grande como su barriga, dicho esto con respeto.

Tiene razón Clouthier y tiene razón Daniel Tijerina. Nunca hay que dejar de luchar por lo que se quiere.

Ciertamente los tiempos han cambiado para el PAN, sobre todo en Tamaulipas y Nuevo Laredo. Hoy es un partido ganador que disfruta las mieles del poder, pero no está de más reflexionar y recordar que para llegar a dónde está en este momento, se sufrió mucho. Eso lo vivieron panistas con varias décadas de militancia, cuando no había dinero ni para rentar un local.

Hoy el PAN vive en jauja, ¡pero como sufrió en el pasado!