El respeto.

Eduardo Pacheco
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FAENA EN CANAL
Por: Evaristo Benitez Castro
El respeto.
Hace unos días estábamos reflexionando varios amigos setentones sobre el difícil trabajo que tienen los coordinadores de comunicación social de un gobernador o de un alcalde, en tanto que como sus jefes manejan recursos públicos las pasiones se desatan y todo periodista quiere su pedazo de pastel, no boronas; y dejamos aparte la presidencia de la república porque ésta no tiene límites para “persuadir” buenas y favorables prácticas periodísticas.
En referencia a Tamaulipas parece que, a reserva de su opinión, es don Manuel Montiel Govea (recientemente fallecido) el único responsable de comunicación de un ejecutivo estatal local que ejerció ese cargo con dos gobernadores, esto es Américo Villarreal Guerra y Tomás Jesús Yárrington Ruvalcaba.
Si partimos de que los billetes del gobierno NUNCA han alcanzado para todos los comensales en el ambiente periodístico (dueños de medios, directivos y tropa genéricamente considerada), entonces es pertinente preguntarnos…..
¿Qué es lo que permite a ese coordinador de comunicación de un gobernador-alcalde-presidente, mantener a raya a tanto demandante de billete puesto que quedarás mal con la mayoría?.
La coincidencia entre mis amigos fue absoluta: es el respeto.
El periodista quiere finalmente sentirse aceptado, que reconozcan su trabajo, su existencia, su dedicación a las labores de comunicación; quiere en suma que LA SOCIEDAD VALIDE SU TRABAJO COTIDIANO.
Por eso cuando un jefe de comunicación social DECENTE de cualquier gobernante, ante la limitación de los recursos públicos lo compensa con una atención personalizada y SINCERA con los trabajadores de la prensa, ante esa actitud de RESPETO creo que se pueden matizar muchas opiniones negativas hacia el gobernante-jefe.
Ciertamente como humanos que son (los jefes de comunicación en comento) tienen sus periodistas consentidos a quienes con muy poco mérito profesional se les dispensan generosos ingresos que in cluso sería atrevido mencionar en éste espacio (me dicen de varios portales noticiosos que ACTUALMENTE ingresan del gobierno MILLONES de pesos anuales y no conocen la O, ni por lo redondo).
Mención especial merecen quienes usamos las redes sociales para emitir opiniones o fijar posturas políticas e inclusive partidistas; en éste caso no se trata de un profesional de la comunicación sino de ciudadanos (as) que intentan difundir sus ideas y proyectos personales; entonces al no ser empresarios NO se tiene una línea editorial ni se espera un billete a cambio de una opinión-crítica-difusión de ideas.
Ante esa realidad se trata de un sector muy complicado de manejar (los usuarios de la redes sociales), porque mas que un ingreso por emitir y publicar sus opiniones, posturas sociales o profesionales-comerciales, los usuarios de las redes publican lo que sería muy caro publicar en los medios de comunicación comerciales o simplemente la censura política en esos medios lo hacen IMPOSIBLE.
En resumen: cuando un responsable de comunicación social de un político-gobernante-administrador de recursos públicos , no sabe lo que significa el respeto, debe de estar demente para exigir respeto para sí mismo y su respectivo jefe, pues olvida que EL RESPETO viaja por un carril de doble sentido.
Es así que algunos observadores pensamos que el finado Manuel Montiel Govea SÍ tenía claro el concepto y actuaba en consecuencia; sus defectos personales se minimizaron ante sus cualidades; creo.
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