• Investigadores de la UAT buscan detectar potenciales plagas agrícolas.

Cd. Victoria, Tam.- Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) estudian nuevas especies de la mosquita blanca en comunidades de la entidad, con el propósito de detectar potenciales plagas que pudieran ser perjudiciales para la agricultura en el estado.

Al respecto, el Dr. Oscar Ángel Sánchez Flores, explica que la investigación es parte de la estancia posdoctoral que realiza en la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC) del Campus Victoria, mediante la cual pretende abonar a la caracterización de especies de mosquita blanca en la región.

El experto en Parasitología Agrícola es Doctorado por la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, y se ha dedicado a estudiar la Familia “Aleyrodidae”, en el Género “Aleuropleurocelus”, del cual ha descubierto y descrito 20 especies nuevas.

En Tamaulipas, el Dr. Oscar Ángel Sánchez Flores, comenta que hay poca investigación de mosquita blanca, especie que pudiera ser perjudicial para los cítricos si llegara a convertirse en plaga, como ya ha ocurrido en otros estados mexicanos.

“La UAT me dio la oportunidad de hacer una estancia posdoctoral, que es el seguimiento del proyecto doctoral; en el Doctorado trabajé con moscas blancas, que es una familia de insectos muy pequeños, de que se pueden confundir con mariposas, porque vuelan y son de color blanco, tienen el cuerpo cubierto de cera”.

“Hay muchas familias de insectos, pero elegí las moscas blancas, que son de la familia Aleyrodidae, que pertenecen al orden Hemíptera, donde están las chinches, los pulgones, las chicharritas y otros insectos. Me formé en el área de taxonomía, de morfología y actualmente llevo describiendo 20 especies nuevas para la ciencia de moscas blancas”, apuntó.

“Las moscas blancas son muy importantes para la agricultura, son plagas. De hecho una especie, se llama “Bemisia tabaci», está incluida en el catálogo de las 100 especies invasoras del mundo, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza; aquí en Tamaulipas con los cítricos”, refiere.

“Entonces cuando se encuentra una especie nueva, como en el caso de un trabajo en Belice, que se descubrió en el 2004 una especie, que era la mosquita blanca rugosa, y empieza a atacar aguacates, plátanos, cocos y su distribución empieza a crecer, pasa a México, Estados Unidos, y en el 2017 la reportan en la India. Y se vuelve un problema fuerte”.

“Esto es lo que estamos haciendo, buscamos especies que no son plagas, que son nuevas para la ciencia, pero que en cualquier momento pueden brincar un estatus, de no plaga a ser plaga potencial, o principal plaga, o a súper plaga. Y esperamos que pasen de un estatus a otro”, subrayó.

El Dr. Sánchez Flores, añade que la mayoría de las especies de insectos no son plagas, pero debido al uso indiscriminado de agroquímicos, que se consideran herramientas disponibles para el manejo de los insectos, muchas veces las poblaciones se salen de control.

“Generalmente no hacen manejo integrado, nada más hacen control y eso es especifico control químico, y hace que los insectos eliminen sus enemigos naturales, que esos son los que mantienen las poblaciones en niveles que no causan daño”.

“Estos insectos que encontramos, hay poblaciones altas, pero existen parasitoides, que son avispas, y hacen que las poblaciones fluctúen bajo un daño económico. Los daños pueden ser muchos, en 1995, se hizo la campaña contra la mosquita blanca, porque en Sinaloa dejaron de sembrar algodón y soya, para sembrar maíz, porque estaban tan infectados que ya no se podía cosechar”, puntualizó.