* En investigación de la UAT, estudian además el uso de himenópteros para el combate de plagas.
En México existen alrededor de mil especies de hormigas y a nivel mundial las cifras podrían llegar a 16 mil, de ahí la importancia de medir el impacto de las colonias en zonas rurales y urbanas de la entidad, estimó la Dra. Madai Rosas Mejía, investigadora de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).
La especialista en entomología del Instituto de Ecología Aplicada (IEA) de la UAT, dijo que según estudios, en la zona urbana de Victoria existen al menos 30 especies de hormigas, y cada cierto tiempo se encuentran nuevas especies distribuidas en México, por ello, señaló que es importante el trabajo que se desarrolla para medir el impacto de estos himenópteros en diferentes sectores.
“Soy bióloga con especialización en entomología, trabajo con hormigas, que son himenópteros: abejas, avispas y hormigas, y nos despierta el interés porque son insectos eusociales, es decir que tienen distintas castas y organización en sus nidos, tienen reinas, machos, obreras, soldados, cada uno tiene un trabajo específico en sus nidos”, indicó.
Refirió que una de sus líneas de investigación es el estudio de las hormigas en sistemas agroforestales, “lo llevamos a cabo en Gómez Farías, trabajamos en sitios como cultivos de palmilla, nopal y frutales, vemos como las hormigas están en esos agroecosistemas, son benéficas, o tal vez actúan como plagas”.
“Y dentro de eso, estudiar otros insectos como los pulgones, estos causan problemas en los cultivos porque se alimentan succionando líquidos de la planta, entonces la planta aparte de que tiene problemas de que quiten esos líquidos, puede recibir virus y bacterias que podrían matarla, ¿cuál es la asociación entre las hormigas?”.
“Bueno. Las hormigas cuidan como si fueran ganado a estos afidios (Familia de insectos homópteros que se alimentan de materias vegetales y forman plagas perjudiciales), ahí es una cadenita de hormigas, afidios y cultivos de interés para el ser humano, en este caso cultivos de traspatio en comunidades de Gómez Farías”, asentó.
Describió que el trabajo es apoyado por el Programa para el Desarrollo Profesional Docente (PRODEP) y termina en julio de este año.
“Estamos trabajando con tesistas de licenciatura y maestría y preparando algunos artículos también con este tema. Tenemos avances que vamos a presentar en una reunión de Formicidae (familia a la que pertenecen las hormigas) este año en el Instituto de Ecología de Jalapa, Veracruz”.
Explicó que la intención de las investigaciones es conocer la diversidad de estos organismos, qué están haciendo en los cultivos y también cómo preservarlos.
Añadió que se plantea incursionar en la producción de insecticidas biológicos, y usar algunas especies de hormigas para combatir otras especies de insectos que dañan los cultivos de importancia económica.
“Ya no trabajar con insecticidas sintéticos y en el caso de las hormigas que son benéficas y depredadoras de insectos plagas, incentivar que no las eliminen”.
“Porque de pronto los productores ven a los insectos que todos son malos, pero en realidad no, tenemos insectos benéficos e insectos plagas, si en las comunidades aprendes cuáles están causando daño y cuáles nos están ayudando con nuestro cultivo, pues sería de mucho provecho y así usar menos insecticidas sintéticos”, concluyó.