¡Feliz cumpleaños, Horacio Garza!

Eduardo Pacheco
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Por Raúl Hernández Moreno

— 82 años

Horacio Garza pudo ser alcalde en el trienio 1990-1992, pero rechazó la  invitación  porque estaba condicionada a que Pedro Pérez Ibarra  impusiera el cabildo. En su lugar se nominó a Arturo Cortes Villada, que  hasta unos meses atrás era el administrador de la Aduana.

En 1991  Horacio fue nominado candidato a diputado  federal por el PRI  y en 92 fue el candidato a la presidencia municipal  y como no  confiaba en Pérez Ibarra formó su propia estructura   territorial, para lo cual contó con el respaldo de  Lamberto Rocha, secretario general de la CNOP que para ese momento ya estaba alejado del líder cetemista. Con  una  estructura propia se garantizó el triunfo.

En noviembre de 1992,  a Pérez  Ibarra se le ocurrió organizar una protesta en contra de la policía fiscal, que en  los puentes internacionales decomisaba una  caja de pollo o un veinticuatro de refrescos, con el pretexto de que era mercancía de  contrabando.

La protesta  fue utilizada por Manuel Cavazos Lerma para violentarla  y que el  gobierno federal acusara a Pérez Ibarra de ser el autor intelectual. Perseguido judicialmente, al líder cetemista no le quedó otra opción que huir del país y así se acabaron 34 años de liderazgo.

Ya sin presiones, Horacio  Garza  pudo gobernar en  un ambiente de paz y en ese trienio de 1993 a 1995, se terminó de construir el bulevar Luis Donaldo Colosio,  una carretera de 12.5 kilómetros, iniciada en el trienio de Cortés Villada.

El bulevar  permitió sacar de las calles de la ciudad a los   tráileres de carga. Horacio encabezó una administración que por primera  vez  fue de puertas abiertas y todos los días concedía audiencias al público en general, sin previa cita, además de que si la gente lo abordaba en un lugar público, accedía a atenderlos.

En ese trienio se caracterizó por  hacer mucha obra en las escuelas y los maestros lo llamaron “alcalde con alma de maestro”. También  compró decenas de hectáreas de  tierras ejidales para  crear Reservas Territoriales, lo que permitió  frenar las invasiones  de predios.

Nunca dejo de tocar puertas en el gobierno estatal y federal,  gestionando recursos extras para Nuevo Laredo.

Horacio hizo  tan bien su  trabajo, que en el 98 volvió a ser candidato y fue alcalde por segunda ocasión en el trienio 1999-2001, en el que el Ayuntamiento construyó el puente III en un  tiempo record de cuatro meses.

Adicionalmente,  gestionó y consiguió una nueva fórmula para la distribución da participaciones  federales a los municipios que cuentan con aduanas,  así como por el peaje de los puentes interncionales.

Al dejar la presidencia municipal, se fue de diputado local  y propuso en el Congreso  la elección  individual de los miembros del cabildo, para terminar con las cuotas de partido, pero no  encontró apoyo de sus compañeros.

En el 2006  fue postulado candidato a diputado  federal, por segunda ocasión y fue uno de los pocos  priistas que ganó en Tamaulipas, en donde el PAN arrasó en las urnas.

Desde el Congreso, Horacio subió a la tribuna a defender a Tamaulipas y a Nuevo Laredo y llegó a pisar callos al grado de que en  febrero de 2007  sufrió un atentando en el que murió su chofer.

Horacio Garza  fue y sigue siendo  un personaje muy estimado, muy apreciado y recordado  por su  carrera política  en Nuevo Laredo, porque siempre estuvo cercano a la gente y siempre  realizó obras  de beneficio colectivo.

La  gustaba convivir con las clases populares. Jamás rechazaba una  invitación a comer y con frecuencia repetía plato, lo que lo obligaba a correr y hacer ejercicio diariamente, para mantener la línea y conservarse sano.

Horacio, don Horacio, cumplió años  ayer sábado. Llegó a los 82 años y mental y emocionalmente ésta sano.

¡Felicidades!

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