La imagen del Gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca sigue en caída libre. Los niveles de popularidad que alcanzó al inicio de su gobierno, los mismos “vientos del cambio” los borró y complicado se ve, que los recupere en el último tramo de su mandato. De no ser por los escándalos que le generó la 4T, cuando se quiso poner al “tú por tu” con el presidente López Obrador, y originó una persecución, más mediática que legal, Cabeza de Vaca perdió simpatías, credibilidad y confianza de la gente que supuestamente lo llevó al poder en el 2016. Aquel número de celular que dio, para que la gente le llamara en caso de situaciones de riesgo, ni siquiera contesta. La promesa de dotar de camiones a los ayuntamientos en eso quedó, como otros compromisos que hizo y nunca cumplió. A la fecha, Cabeza de Vaca ya no es figura. Poco se habla y dice de su gobierno. Los “vientos del cambio”, no movieron ni un hilo, sigue habiendo en su gobierno los moches, actos de corrupción, influyentismo, nepotismo e inseguridad. Ha sido un gobierno de lo más nefasto. Hay desilusión, desconfianza y poca credibilidad. En la mayoría de la gente hay decepción como en su momento la hubo con los gobiernos del PRI. Lo que se vive y se palpa hoy en día, es el mismo escenario que en el 2016. En aquel momento, la gente estaba harta del PRI, como del gobierno de Egidio Torre Cantú. Ahora, la gente solo espera que se llegue el cinco de junio, donde seguramente le recordarán ahora a Francisco Javier García Cabeza de Vaca, “de que se van se van”.
Gobierno de CDV; nefasto
