Huachicol, vocablo estéril

Eduardo Pacheco
6 Min Read
Interiores
Por Carlos López Arriaga
Huachicol, vocablo estéril
 
Cd. Victoria, Tam.- Doble significado, homonimia innecesaria si consideramos que nuestro vocabulario de uso tiene palabras más claras para nombrar y distinguir una cosa de otra. Robo o contrabando, de hidrocarburos en ambos casos.
O es ordeña de ductos o es importación ilegal, punto. Pero son delitos distintos, aunque sean perpetrados por los mismos grupos criminales. Incluso está de más el adjetivo “fiscal”. Distinción que nace, precisamente, de dicha ambigüedad al aplicar la misma palabreja (“huachicol”) para tipificar acciones tan diferentes.
Hagamos votos porque ningún alucinado (de cualquier cámara) quiera incorporar el término al Código Penal. No es necesario por la confusión que provoca. Parece un mote cuyo origen aún despierta polémicas en los estudiosos del lenguaje. Interpretaciones diversas:
(1) Quienes optan por la etimología clásica dicen que tal engendro lingüístico nació al empalmar las palabras “agua” y “alcohol”. Del latín “aquati” y el árabe “al-kuhl”.
Vieja práctica en destilerías y cantinas. Adulterar la bebida con agua, rebajarla (“bautizarla”) para que rinda y reporte más ganancias. Agua con alcohol, “guachicol”.
(2) Distinto piensan quienes pretenden un origen maya, donde la palabra “huach” (“waach”) alude al embaucador, el timador que vende alcohol adulterado pero lo cobra como bueno.
(3) Otros hablan de un presunto origen huichol. Etnia y lengua que hoy subsisten en Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas. Sin mayor sustento, solo por la cercanía fonética entre huichol y huachicol.
El caso es que, sin importar origen o antigüedad, la prensa adoptó el término de manera mecánica. Por folclórico, tal vez, pero ambiguo, inexacto.
PRECISIÓN NECESARIA
En principio, el saqueo de ductos, robo a derivados del oro negro, cuyo derecho soberano seguimos celebrando cada 18 de marzo. Y luego, el contrabando masivo de combustible que evade impuestos al entrar al país y surte de manera ilegal a infinidad de gasolineras.
Llamar a todo eso “huachicol” enturbia el (de por sí) oscuro manejo de las aduanas. La opacidad que caracteriza a la vigilancia portuaria, carretera y ferroviaria.
Encubre palabras ya conocidas, robo y contrabando. Más escandaloso es el tamaño de sus ganancias. Baste recordar casos previos y montos asombrosos. Cito cantidades en pesos mexicanos:
Mire usted, (1) el atraco a SEGALMEX se calcula en 15 mil millones (https://tinyl.co/3hfS); (2) la ESTAFA MAESTRA en 7 mil 670 millones (https://tinyl.co/3hfV); (3) el caso ODEBRECHT en 28 mil millones (https://tinyl.co/3hfX); (4) el PEMEXGATE en mil 500 millones (https://tinyl.co/3hfY) y (5) el tráfico anual de FENTANILO de México a Estados Unidos arriba de los 20 mil millones de pesos (https://tinyl.co/3hhE).
Visto lo anterior, ¿cuál sería la ganancia anual que arroja el contrabando de combustible, mal llamado “huachicol fiscal”?… Ahí les va: 525 mil millones de pesos (https://tinyl.co/3hfh). Es decir, más que cualquiera de los casos anteriores. Superior incluso a la suma de todos.
EL TAMAÑO CUENTA
La dimensión del negocio resultaría inimaginable para la opinión pública mexicana antes de los golpes asestados por la autoridad federal durante el presente 2025, en Altamira, Ensenada y Guaymas.
A partir de estos casos, las tareas de inteligencia se focalizan en el negocio. También sus equivalentes del lado norteamericano. Y al armar el rompecabezas, la realidad que asoma es muy superior a lo esperado.
Peor que elefante en la sala, se trata de un mamut gigantesco brincoteando por toda la casa. De tales dimensiones, que amerita (por supuesto) un maxiproceso incluyendo a jefes aduaneros, mandos de SEMAR y empresarios. Estos últimos, en una cantidad que, por sí misma, asusta. Más de 500.
Pero el recuento, hasta hoy, solo abarca el contrabando marítimo. Pendiente de calcular el tráfico por ferrocarril y carreteras. Todo un tsunami de inmundicia nunca antes visto en la historia patria y que acaso rompa récord mundial en los anuarios de la podredumbre.
MULTIPARTIDISMO
Montañas de dinero. Por ello no debe extrañar que involucre a todos los partidos. Quienes afirman que el saqueo brutal a PEMEX es invento de los gobiernos morenistas, podrían consultar los libros de ANA LILIA PÉREZ, periodista de investigación.
Exposición amplia sobre las trapacerías perpetradas en tiempos de FOX, CALDERÓN y PEÑA, incluyendo los nexos con el narco y la corrupción de SEMAR. Me permito citar tres:
-“Camisas azules, manos negras, el saqueo de Pemex desde Los Pinos”, Grijalbo, 2010 (https://tinyl.co/3hgB).
-“El cártel negro: Cómo el crimen organizado se ha apoderado de Pemex”, Grijalbo, 2011 (https://tinyl.co/3hgF).
-“Mares de cocaína. Las rutas náuticas del narcotráfico”, Grijalbo, 2014 (https://tinyl.co/3hgG).
Tragedia de largo aliento que haría palidecer al general LÁZARO CÁRDENAS, paladín del nacionalismo petrolero. Por todo ello, la tarea que hoy tiene enfrente la doctora SHEINBAUM cobra dimensiones históricas y exige cirugía mayor. Presentar batalla en numerosos frentes de manera simultánea y con lujo de perseverancia.
Por supuesto, vienen tiempos agitados en la vida del país, si además añadimos las revelaciones que (ciertas o no) están siendo filtradas a medios mexicanos desde Washington. Añádanse a ello los rugidos de TRUMP, RUBIO, BONDI y similares. Una larga y tempestuosa pesadilla.
TAGGED:
Share This Article