Maremágnum
Por Mario Vargas Suárez

Sigo sin explicarme la razón no solo oficial, sino histórica y política, de celebrar con bombo y platillos el aniversario del inicio de la guerra por la independencia de México, y menos encuentro lógica que el presidente, amante del nacionalismo, sigan festejando el 15 de septiembre. ¿No le asesorará su esposa con doctorado en Historia?

Puedo entender la parte romántica de la historia oficial que todavía se enseña en los Libros de Texto Gratuitos, que edita el gobierno vía SEP, cuando se habla de las razones del sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla “…para liberar a los indígenas del yugo español… hacer justicia a los nativos del territorio nacional… igualdad… etc., etc.”

Quien conozca un poco de historia sabrá de la invasión napoleónica (francés) a España e imponer como Rey de España a su hermano José Bonaparte… de la Constitución de Cádiz (provincia ibérica) y del papel que jugaron los criollos (españoles nacidos en América) en estas tierras.

Analizar a la Nueva España y la Madre Patria a principios de los 1800 nos lleva a los motivos de este inicio independentista y quizá, veamos que a quien más convenía el triunfo de la lucha armada era a los Iberos y había muchas posibilidades de que los criollos ganaran terreno político en estas tierras conquistadas.

Seguramente el lector sabe que el “triunfo independentista” se logró el 27 de septiembre de 1821. Exactamente once años y diez días después de iniciada la arenga del Cura de Dolores

Más todavía, el Acta de Independencia se firmó a las afueras de la ciudad de Córdoba, Ver., (Tratados de Córdoba el 10 de agosto de 1821,) y los protagonistas fueron el recién nombrado Virrey de la Nueva España, Don Juan O’ Donojú (liberal español) y el capitán del Ejército Realista, convertido en luchador por la independencia, acordando la entrada a la Ciudad de México del Ejército Trigarante, el 27 de septiembre del año que se cita.

Si el lector me permite, es como si los mexicanos festejamos la noche de la concepción de la Guerra de Independencia y no el nacimiento del México Independiente que ahora presumimos tener.

Los estudiosos del tema incluso coinciden que es verdad que el movimiento de Miguel Hidalgo empezó en el amanecer del día 16 de septiembre, pero los que nunca faltan, los lambiscones presidenciales, impusieron adelantar la conmemoración, por el cumpleaños del dictador, Don Porfirio Díaz Mori, (15 de sep. de 1830 – 2 de jul. de 1915). Este pasaje me recordó la iniciativa para cambiar el nombre del Estado de Tabasco, adicionándole el de López Obrador.

Resulta muy incongruente que pese a la imagen de Dictador de Díaz Mori, la celebración de los festejos del inicio de la Guerra de Independencia continúe celebrándose el día 15 de septiembre y no el 16. Más… el día 27 de septiembre sigue pasado inadvertido.

Este pandémico 2020 pareciera se celebrará como en las épocas de marcada inseguridad en algunas regiones del país, ‘por precaución, más que por miedo’, la celebración será con “otra normalidad”, aunque el gasto será igual, pese a que no estará abierto al público el Zócalo de la CDMX, será como un espectáculo deportivo o artístico, a puerta cerrada.

Lo que parece no será cerrado, aún con pocos asistentes, es la Rifa del Avión Presidencial que AMLO ha despreciado por considerarlo gasto superfluo y al no encontrar comprador porque todavía se debe, recurre a la rifa, cuyo destino antes era para los pobres, ahora dicen para el sector salud y precisamente el 15, ¿Para celebrar el inicio de la guerra?.

En La Lagañera de este lunes 14, según el periodista Luis Repper Jaramillo, el presidente Andrés López informó que ya se cumplió la meta para obtener los recursos y pagar los premios de la rifa.

Según el reporte presidencial la venta hasta el viernes anterior era del 69.65% del total de “cachitos” disponibles, recordando que la venta de boletos se suspende a las 14:00 hrs y el sorteo será a las 16:00 hrs del día 15 en las instalaciones de La Lotería Nacional.

La rifa tiene cien premios de 20 millones de pesos cada uno y según el director de La Lotería Nacional, hasta el 11 de septiembre se llevaban 2 mil 89.5 millones de pesos, derivado de la venta de 4 millones 179 mil “cachitos”. En el caso de resultar que un boleto premiado no se haya vendido, el premio se le entregará el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI).

Los premios serán pagados en las oficinas de la Lotería Nacional, ubicadas en plaza de la Reforma No 1., colonia Tabacalera, Cuauhtémoc, CDMX, mediante identificación oficial: INE, pasaporte, Cédula Profesional; Comprobante de domicilio; CURP; RFC; Cuenta bancaria y billete premiado.

Este 15 de septiembre ¿Viva México?