———-IRANIES DE PALACIO: LEALTAD Y TRANSPARENCIA-

Eduardo Pacheco
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CUADRANTE  POLITICO——–POR  FERNANDO  ACUÑA  PIÑEIRO——
———-IRANIES DE PALACIO: LEALTAD Y TRANSPARENCIA-
 Dicen que el dinero no tiene amigos. Solo intereses. Por eso, una condición sine qua non  de quien maneja un recurso financiero,  es la lealtad, pero ante todo la transparencia. Por ese camino avanzó con cierta rapidez,  el hombre que hoy ocupa la titularidad de los dineros públicos, en el gobierno estatal de Américo Villarreal Anaya.
 Hasta lo que ahora se observa, y por las formas que han arropado su llegada, se cree que, la gestión de Carlos Irán Ramírez González está llamada a cerrar el  actual sexenio estatal, junto a su jefe el gobernador.
    De hecho, no es nada fácil, ocupar el despacho estelar del primer piso, en el  acorazado edificio del 15 y 16 Juárez. La primera fue una  mujer, la matamorense Adriana Lozano Rodríguez, ex diputada federal, licenciada en derecho, pero con amplia experiencia en temas fiscales y aduaneros. Adriana había sido asesora fiscal durante el gobierno del Presidente Ernesto Zedillo, y la ascendieron en el sexenio del panista Vicente Fox.
 Después de colaborar con el SAT en ciudades como Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, puso su propio negocio, cuyos servicios se orientaban principalmente al rubro aduanero. En 2018, se enganchó a la política y fue postulada por MORENA a una diputación federal por su natal Matamoros. Cuando Américo llega al poder, ella ocupa la oficina principal: la del dinero.
  En enero de este 2025, Adriana dejó el cargo. La explicación que ella misma dio,  fue que lo hacía “por motivos personales”. No hubo necesidad de brindarle reconocimientos a su labor, porque Adriana construyó su propia salida triunfal. “Logramos grandes  hazañas”, y “en los próximos días nos seguiremos viendo, para continuar con la transformación”, fueron algunas de sus frases de despedida.
 La llegada de Jesús Lavín Verastegui a la poderosa primera esquina del primer piso, se dio apenas  en enero de este año. Ya no era Navidad, pero le dieron su juguete de reyes magos. Lavín venía precedido de un gran protagonismo en el actual sexenio morenista. Había sido Secretario de Administración y fue el que encabezó el equipo de transición, ante los cabecistas. De hecho fue este mismo personaje, con un trascendente pasado académico en la UAT, el que se encargó de declarar que, el sexenio panista había heredado una administración desordenada y con altos grados de opacidad.
   Si alguien se pensaba que estaba firme en el actual gabinete de AVA, ese era  Lavín. Pero no fue así, pues, su gestión como titular de las finanzas estatales, no duró ni un año.  En este caso, a diferencia de Adriana, Lavín ha preferido ser más cauteloso. No ha declarado nada, ni escrito nada en las redes sociales.  Algunas versiones hablan de que, tiene problemas de salud.
 El nuevo Secretario de Finanzas, es un funcionario que inició desde modestos niveles en la  estructura de los dineros públicos estatales. Ex funcionario municipal y matamorense de origen. Apenas hace dos meses, había sido nombrado como Subsecretario de Egresos, lo cual habla de que ya lo preparaban para la alta  encomienda que ahora ocupa, como el responsable de la canasta del presupuesto. Su primer cargo de cierto nivel fue como Subsecretario de Inversión en entidades y fideicomisos.
  Una carrera meteórica la del nuevo Secretario de  Finanzas. Fue, sin duda un año de mucho aprendizaje en la poderosa oficina del primer piso de palacio. Pero también le sirvió para demostrar lealtad y eficiencia, ante la escrutadora mirada de su jefe el gobernador.
 Y es que, ahora se sabe que, atrás de las grandes personalidades del primer piso de palacio, el que realmente operaba  y aseguraba un efectivo control del presupuesto, era  Carlos Irán.
   Se ganó la confianza del Ejecutivo estatal. Y ello se demuestra por su designación como Subsecretario de Egresos, un cargo clave, en lo relativo con los gastos  de la administración pública estatal.
 Hoy, por derecho propio, el grupo financiero de Ramírez González,  es ya un referente de estabilidad financiera en palacio de gobierno.  Por el momento, el nuevo titular de los dineros públicos tamaulipecos, acaba de enviar un  mensaje  de certidumbre en materia de presupuesto.
 Dijo que para 2026, Tamaulipas proyecta un presupuesto de 81 mil millones de pesos.  En relación con el actual ejercicio presupuestal, el incremento será por el orden de un 5 y  6 por ciento.
 Se ve que lo estima el gobernador. Es de su gente, pues en su nombramiento, no mediaron compromisos o recomendaciones. Ante  todo, AVA le tiene confianza. Como le decíamos, si no sucede otra cosa,  está llamado a  terminar el sexenio.
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