Irresponsables

Eduardo Pacheco
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Por Raúl Hernández Moreno

Van 28 muertos de Covid-19 en Nuevo Laredo y 13,699 en todo el país, y sigue habiendo gente incrédula que  cree que la enfermedad es un invento del gobierno. Y el gobierno  federal cree que es un invento de los conservadores.

Los incrédulos  podrían preguntarle a las  familias de las víctimas, algunas de las cuales además de perder al papá, a la esposa, al hijo, se enfrentaron con el apuro de que no tenían dinero para enterrar al pariente. Doble tragedia.

El Covid-19 existe, aunque los incrédulos digan lo contrario. El problema es que como  no creen no se cuidan y al  no cuidarse ponen en riesgo a los demás.  Esa es el punto medular, lo que enoja de su incredulidad.

El presidente municipal Enrique Rivas Cuéllar ha insistido desde el inicio de la pandemia de la necesidad de tomar medidas preventivas para cuidarnos a nosotros mismos y a los demás, pero es un llamado que muchos no atienden e insisten en salir a la calle sin cubrebocas, poniendo en riesgo a los demás.

¿Qué les cuesta usar tapabocas? ¿Los hace ver más feos y feas?

Ah, pero si se aprobara un decreto para  encarcelar a los que no usan cubrebocas, se quejarían y dirían que se trata de una tiranía.

La  reactivación de la economía ha empezado, pero las medidas sanitarias van a seguir por muchos meses más,  hasta que no se desarrolle una  vacuna que permita derrotar al virus.

La reactivación  será más rápida en la medida que todos nos cuidemos, pero si llegase a haber un rebrote,  regresaríamos a la  fase de confinamiento y entonces sí, la gente empezará a morir de hambre.

Por eso todos debemos cumplir con nuestra parte en la pandemia. Usar cubrebocas  puede parecer incómodo, pero las reglas sociales lo hacen necesario. Es como al que es partidario de la desnudes: mientras ande en la calle no tiene mayor remedio que andar vestido. Lo obligan las normas sociales y jurídicas.

Todos, o casi todos, ya nos  fastidiamos de la contingencia, queremos regresar  la vida normal y la mejor forma de lograrlo es atendiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias.

En otro tema, el alcalde anunció este día que el gobierno municipal subsidiaria  el diesel del transporte público para que no disminuya el número de unidades en servicio.

En Nuevo Laredo funcionan 110 camiones urbanos y los concesionarios se quejan de que el número de pasajeros disminuyó un 70 por ciento con  la crisis sanitaria.

Para reducir los gastos de producción  han optado por  reducir el número de unidades en cada ruta, lo que se refleja en altas esperas por parte de los usuarios, lo que los  hace llegar tarde a sus compromisos.

Rivas Cuéllar anuncio que el Municipio subsidiará a los concesionarios con diesel, pero  con el compromiso de que no quiten unidades y que los  usuarios no se vean afectados en sus  viajes.

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