Reflector/ Gilda R. Terán.
“Jóvenes Down con futuro”.
Sin duda alguna que “Obras son amores”, y en estas tareas menesterosas el DIF Victoria,
trabaja con el corazón para hacer el bien, en los pequeños con condición del Síndrome de
Down.
Y es que en este Centro Down Victoria, ahí donde los niños son atendidos por terapeutas
en esta materia, existe la conexión del amor para impulsar a los infantes a desarrollar todo
el potencial humano.
Ya que lo grandioso de estas clases especializadas, no se limitan para aplicar estrategias y
enseñanzas en el camino del bien común de los infantes y a los jóvenes con la condición
del Sindrome de Donw, pues ahora aplicaron la innovación de que ellos aprendan oficios
ocupacionales.
Estos talleres van dirigidos con objetivos, como el de fomentar la creatividad y el
desarrollo del potencial humano, a través de las clases impartidas que van desde elaborar
diferentes alimentos en estos artes culinarios en las materias de cocina, aprenderán el arte
de la pintura, manualidades, costura y deporte a través de disciplinas acordes a su
condición.
Y es que con estos aprendizajes, el DIF Victoria, contribuye a labrar un futuro alentador
para los Jóvenes Down, ya que el dominar un oficio, les abre las puertas para llevar una
vida productiva.
Aquí los niños Down son vistos desde el corazón, van con todas las pilas para mitigar las
preocupaciones de los padres de familia que tienen chiquitines en esta condición, y que
requieren de ayuda profesional para llevar la vida diaria.
A decir verdad, sus terapeutas son ángeles con vocación para instruir tanto a los menores
como a los padres de familias en estas tareas menesterosas que viene a ser un alivio
emocional para sus familias.
Deba usted saber que las personas con el Síndrome Down pueden demostrar habilidades
excepcionales en las ciencias o artes, nunca subestime a personas con esta condición,
anímelos a desarrollar su potencial humano.
De ahí la importancia de realizar acciones afirmativas que contribuyan a generar una
inclusión integral de las personas con discapacidad y generar cada vez más acciones
afirmativas que colaboren a generar una cultura de respeto a los derechos humanos de todas
las personas.
Debemos de tomar en cuenta, que tener un niño Down en la familia no tiene por qué
significar una pena, angustia o la mala fortuna de que nos haya tocado vivir una situación
difícil, tal vez recibir la noticia por primera vez pueda causar cierto impacto, sin embargo
debes saber que estos niños son personas extraordinarias, con talentos innatos y una
facultad increíble para amar y prodigar cariño.
Además lejos de lo que algunos podrían pensar, si bien son niños con habilidades
diferentes, pueden relacionarse y desenvolverse tal cual lo haría otro niño. Asimismo desde
que se estableció el mundo la inclusión de niños Down a los sistemas educativos básicos
tradicionales, muchos han logrado graduarse de la secundaria, otros asisten a la universidad
y desempeñan importantes trabajos que los ayudan a ser personas más independientes.
Y es que el Síndrome de Down, no es una enfermedad, como la mayoría de las personas
creen, se trata de una condición o trastorno cromosómico que ocurre cuando aparece una
alteración o material genético extra en el cromosoma 21, generando discapacidad
intelectual.
De acuerdo a datos de la Organización de las Naciones Unidas esta condición ocurre entre
1 de cada 1.100 recién nacidos, todavía no hay explicación de por qué existe material
genético extra en estas personas, aunque se sospecha que puede deberse a un proceso de
división defectuoso que da como resultado un cromosoma más, llamado trisomía 21.
La consecuencia más evidente es un desarrollo incompleto a nivel cerebral, que provoca
discapacidad intelectual y algunos trastornos físicos, que afectan el sistema digestivo y
también ocasiona daños en el corazón.
Nos vemos en la próxima
gildateran@yahoo.com.mx
“Jóvenes Down con futuro”.
			