La batalla del 2027

Eduardo Pacheco
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La batalla del 2027

 

-De Anda, Juan Ángel, Jasso, Cheko por Morena

-CCR, ¿por el Verde?

-Yahleel por el PAN

 

 

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Raúl Hernández Moreno

 

Es cierto, falta mucho para el 2027, pero lo mismo en Morena que en el PAN, hay adelantados trabajando para alcanzar la candidatura a la presidencia municipal.

En Morena, por ser el partido en el gobierno, hay más aspirantes. Desde los que quieren la candidatura, con la bendición de la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas, hasta los que la buscan por otro lado.

En el primer grupo hay que ubicar a Carlos de Anda, Juan Ángel Martínez Salazar y Jesús Jasso.

En el segundo, al diputado local Sergio Ojeda Castillo.

Se desconoce si el gobernador Américo Villarreal esté interesado en recomendar un candidato. De entre los funcionarios estatales, no hay uno sólo que goce de la amistad y simpatía de Américo como para apoyarlo. Ni el jefe de la Oficina Fiscal, Roque Hernández Reyes ni el delegado Regional de Bienestar Social, Horacio Seone, gozan de la cercanía suficiente con Américo como para que este se interese en recomendarlos.

En esta lista no hay que descartar al diputado federal Carlos Canturosas Villareal. Si bien es cierto que, por ser hermano de Carmen Lilia, se le tendría que descartar por la cláusula contra el nepotismo, aprobada en los estatutos de Morena, ese requisito se puede saltar, haciéndolo candidato por el Partido Verde o el del Trabajo. No hay que olvidar que él llegó a la diputación, como candidato del Verde. Técnicamente no milita en Morena.

Si bien es cierto que en principio no se ve que el gobernador tenga interés en apoyar a un amigo cercano en Nuevo Laredo, si tendrá derecho de veto, porque la elección del 27, se dará un año antes de que termine el sexenio y tiene que blindarse, sobre todo, con candidatos afines a diputados locales que le permitan retener el control del Congreso y blindarse ante el próximo gobierno, sea de Morena o de otro partido. En uno y otro caso tiene que cuidar su salida.

Sin importar quien sea el candidato en el 2027, Morena llegará muy bien posicionado como marca. La marca estará por encima del candidato.  El único que le daría un plus a Morena sería Carlos Canturosas, como se demostró en el 2024, cuando ganó la diputación federal con 100 mil 812 votos, la mayor votación obtenida por algún candidato, de cualquier elección, en Nuevo Laredo.

Por lo que respecta al PAN, su candidata natural es Yahleel Abdala, que tiene a su favor el hecho de que en los procesos electorales del 2021 y 2024, perdió con una diferencia de pocos puntos porcentuales. La ciudad quedó fraccionada.

Es verdad que ir a una tercera elección puede ser todo lo fácil que se quiera o todo lo complicado que se quiera.

Si se lanzara, es posible que batallaría para conseguir apoyos económicos, porque hay empresarios que no querrán arriesgarse a meterle dinero por tercera ocasión consecutiva con riesgo a perder y con riesgo a tener al gobierno municipal como adversario. La misma dificultad se tendrá para conseguir operadores en el territorio y representantes de casillas. Muchos de los que lo hicieron en el 2021 y 2024, se convirtieron en perros del mal.

Lo más importante para el PAN, será allegarse de recursos. Sin dinero, no hay campaña que funcione. Si esta condicionante se cumple, se facilitará el proceso electoral.

Desde que terminó la elección del año pasado, Yahleel ha estado activa en el territorio y en las redes sociales y tiene un público cautivo que la adora. Negarlo es negar la realidad.

Fuera de Yahleel, la caballada está flaca. Después de ella, el principal activo del PAN es la senadora Imelda Sanmiguel Sánchez, pero habrá que ver si se anima a dejar una posición que es muy bien pagada y le permite estar en las grandes ligas de la política, conviviendo no solo con lo más granado de la clase política del PAN, también con los secretarios y funcionarios de segundo nivel de la 4T, que gustosos aceptarían que cambiara de partido.

Otros personajes menores del PAN son los regidores Gamaliel Infante y Félix Moyo García, que han gritoneado en el cabildo, pero sin grandes resultados.

Gamaliel ha intentado convertirse en un líder de la oposición, pero ha fracasado.

Al agente aduanal Rafael Pedraza Domínguez le gustaría que su hijo Gary Pedraza fuera candidato a la presidencia municipal. Si el PAN lo permitiera, obtendría dinero abundante para la campaña, pero sin posibilidades de ganar. El muchacho carece de talento para brillar con luz propia.

En el cabildo, Gary Pedraza ha pasado más con pena que con gloria.

Por último, el líder estatal del PRI, Bruno Díaz, está preocupado por la idea de que con la reforma electoral que quiere Morena, desaparezcan los plurinominales. Dice que estas posiciones las creó el PRI y forman parte de la democracia.

Se preocupa sin necesidad. Morena no se va a dar un balazo en el pie. A todos los partidos, incluyendo Morena, les conviene que existan los plurinominales, porque les permite postular a ex secretarios, ex gobernadores, ex senadores a esas candidaturas, para que lleguen sin hacer campaña, sin gastar dinero, sin el riesgo de perder.

Las pluris las van a defender los morenos. Hoy las utilizan como farol, para hacerle creer a los ingenuos que están a favor de quitarlas, pero no lo van a hacer, porque las necesitan para premiar a sus dinosaurios.

¿Se imagina a Alberto Anaya lanzándose de candidato a senador por la vía de mayoría? O al inútil de Santiago Creel, a Dante Delgado, a Alejandro Moreno.

Aquí en Tamaulipas, sólo Eugenio Hernández tuvo el valor de lanzarse como candidato a senador por la vía de mayoría, pero ningún otro gobernador lo hará, ni Manuel Cavazos, ni Tomás Yarrington, Egidio Torre o el bufón de Francisco García Cabeza de Vaca.

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