Maremágnum
Por Mario Vargas Suárez
Sin duda que la insurrección generada por el presidente gringo Donald Trump en Washington, ha sido nota en todo el mundo, porque como ‘otros’, no supo perder en las elecciones de noviembre pasado y creyó que una pequeña turba iba cambiar el resultado final.
Usted como muchos, nos enteramos de las declaraciones del millonario presidente sobre las supuestas irregularidades en la elección que perdió, pues Trump se refirió a fraudes, robo y embarazos de urnas -estilo países plataneros, como ‘nos’ llamó- que nunca pudo comprobar. Lamentable pero lo que sí se pudo comprobar fueron los cuatro muertos en la revuelta del Capitolio gringo.
El tema de la elección pasada también se refiere a la ausencia de este deber-derecho de trabajadores en relación a sus autoridades ¿sindicales por ejemplo? que cumplieron su período legal y gracias a la pandemia del COVID-19 siguen figurando como representantes legales de su gremio.
Exactamente es lo que está sucediendo con el magisterio tamaulipeco, donde el matamorense, José Rigoberto Guevara Vázquez, secretario general, ha declarado: “El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, a nivel nacional, será quien defina cuando se lleve a cabo la renovación del Comité Ejecutivo Seccional, por el momento no hay nada en relación a este tema, porque la prioridad es garantizar la salud y certeza laboral de los trabajadores”.
La cita se refiere al portal de la Sección 30, fechado el 15 de julio del año pasado y es muy válida la aclaración, puesto que entonces eran casi seis meses de anticipación a la elección del nuevo Comité Seccional… pero los tiempos llegan y los últimos dos meses del 2020 parece pasaron sin pena ni gloria.
La realidad es que, por el COVID, las mismas delegaciones sindicales están impedidas para celebrar elecciones de delegados al Congreso Seccional, menos aún en Tamaulipas podría celebrarse el Congreso Seccional, donde más de 800 maestros podrían reunirse, entre delegados y organizadores tamaulipecos y del Comité Ejecutivo Nacional.
Es cierto que a la gran mayoría de docentes lo que menos les interesa es el protagonismo, como afirma Guevara Vázquez, lo que debiera anteponerse es el interés general, antes que el interés personal.
Para los interesados en acceder a la Silla Grande de la Sección 30 del SNTE o por lo menos mantenerse o pertenecer al Comité Seccional, los tiempos políticos están cerca, pese a la recomendación de Alfonso Cepeda Salas, Secretario General del SNTE y el eco a la postura del matamorense.
Lo anterior tiene sustento en las acciones, “nada claras” de una licenciada de nomrbe Ma. Luisa, supuestamente de una Delegación Sindical de Jubilados, quien formó un grupo identificado en WhatsApp como grupo2-NMSyS-Bono 2020 y bajo la bandera de buscar el pago de este beneficio, incluyó a miembros de otra agrupación similar.
En otras palabras, como cuando en un grupo de amigos de WhatsApp forman un subgrupo, sacando a los ¿indeseables? para manipular información y conservarlos.
Eso exactamente sucedió con el Grupo de Maestros Jubilados Homologados, del subsistema de formación de docentes, donde la tal licenciada María Luisa, quizá fue asesorada por algún grupo político dentro de la sección 30 y pretende piratear a más de 90 afiliados a jubilados de otro líder.
En el comunicado del verano pasado, Rigoberto Guevara Vázquez, afirmó que no solo Tamaulipas debe cambiar Comité Seccional en el 2020, también “…algunas secciones de Nuevo León, Sinaloa y Tlaxcala que debieron renovar sus Comités Seccionales desde el mes de marzo y abril…” se entiende que por la pandemia todo el proceso se ha detenido, priorizando la seguridad social y salud de los trabajadores.
La apariencia es que grupos de profesores dentro y fuera de la sección 30 del SNTE, están interesados, no en desestabilizar el rumbo de las elecciones que vienen la de junio de 2021 y la de la Sección 30, sino de habilitarse fuerza electoral.
Es evidente la reincorporación de los Elbistas a la política magisterial y nacional del país y resulta obvio que los institucionales del SNTE no pueden permitir dejarse arrebatar lo que les ha costado trabajo mantener.
En Tamaulipas a ojos vistos, el mantense Enrique Meléndez Pérez es la personificación de la Maestra Elba Esther Gordillo, pero ¿quién está trabajando para la misma causa de Enrique?
No se puede minimizar que el peso de ex secretarios generales es fuerte y además, cuentan con fieles amistades por lo que su palabra y recomendación tiene ánimos en un Congreso o Consejo Seccional.
¿Qué opinan los maestros en servicio?