Tiempo de opinar
Por Raúl Hernández Moreno
Al cuarto para las doce, la empresa Massive Caller realizó el 6 de agosto una encuesta de 4 mil personas, vía telefónica, para preguntar por quién votarán en las elecciones del PRI de este domingo 11 para elegir al nuevo presidente del Comité Ejecutivo Nacional y le adjudica una amplia ventaja a Yvonne Ortega con 59.3 por ciento, 33.5 a Alejandro Moreno y 7.2 a Lorena Pinón.
Según esta encuesta, Ortega va a ganar en las 32 entidades de la república y en Tamaulipas tiene una ventaja de 52.5 contra 33.9 de Alito y 8.7 de Lorena Piñón.
Los resultados de esta encuesta son sorprendentes. Contradicen la realidad. Y es que el PRI está haciendo uso de la cargada para favorecer a Alito en los 12 Estados donde gobierna, en tanto que en los otros 20, como es Tamaulipas, se logró convencer a los cuadros para apoyar a Moreno, al más viejo estilo de cuando el PRI era gobierno.
La propia Yvonne Ortega se la ha pasado denunciando que hay cargada a favor de Alito, y pareciera que lo hace para justificar su derrota. Después del 11 de agosto, si pierde podrá decir: “Les dije que había cargada” Y si gana, va a decir: “Ni con cargada, me ganaron”.
Total que el PRI no cambia y a 90 años de su aparición pública nos quiere convencer de que ahora si ejercerá la democracia interna y permitirá que los militantes escojan a sus dirigentes y a sus candidatos. Es un viejo anhelo que tuvieron los priistas a finales de los años veinte del siglo pasado, en la década de los cuarentas, en los sesentas, setentas, desde siempre.
Por cierto que hay quienes están convencidos de que la única forma de ganarle al PAN en Tamaulipas, es mediante una coalición PRI-Morena. Y ni así hay garantía, lo vimos en la última elección en la que sumando los votos de los dos partidos, no les alcanzaba para ganarle al PAN.
Antes de la elección de junio de este año, Alejandro Rojas intentó una alianza de facto entre priistas y Morena, pero desde México lo batearon y los priistas que se acercaron a Rojas, como Oscar Luebbert, fueron objeto de burlas.
Pues bien, todo hace indicar que ganando Alejandro Moreno el próximo presidente estatal del PRI será Enrique Cárdenas quien adelantó que el partido está dispuesto a discutir una alianza con cualquier partido, excepto Morena.
No quiere alianza con Morena porque ideológicamente es muy distinto al PRI, además de que no está de acuerdo en la forma en que está gobernado al país.
Nada de una alianza PRI-Morena, lo que a fin de cuentas favorece al PAN que cómodamente ve como en Morena los grupos se despedazan entre sí, en tanto que en el PRI hacen uso de la retorica para convencer a los priistas de que se puede recuperar la gloria perdida, con el solo poder de un discurso, aunque sea contrario a lo que se actúa.