Maremágnum
Por Mario Vargas Suárez

Los estudiantes de las Ciencias de la Comunicación, la Autónoma de Tamaulipas imparte esa licenciatura en los campus Victoria y Tampico, toman varios cursos donde aparece la imagen como factor clave en la comunicación publicitaria, política, electoral, empresarial, etc.

El término en sí viene del latín ‘imago’ que puede traducirse como “retrato” y aquí es donde empiezan las reflexiones; ¿Qué buscamos en un ‘retrato’, en una fotografía?

El mexicano Víctor Gordoa, es considerado a nivel mundial como uno de los pioneros en Imagología, a la que le da la categoría del saber científico para crear, desarrollar y mantener  una imagen pública.

En su texto Imagología, publicado por la Editorial Grijalvo, en México 2003, Víctor Gordoa habla del conjunto de estrategias destinadas a analizar las impresiones generadas por un determinado sujeto hacia su colectividad.

El estudioso señala que se debe partir no sólo de su apariencia física, sino de sus estrategias de comunicación verbal y no verbal, de modo que de estos tres elementos podamos obtener una imagen coherente entre su decir, su hacer y su parecer en un escenario social concordante.

El problema central de la Imagología o de la Imagen Pública, pudiera desviarse por mil vertientes, aunque la cruda realidad es el mismo sujeto, es el hombre o mujer que pareciera no interesarle lo que proyecta y quizá su propia soberbia sea el enemigo a vencer.

En México y el mundo, el propio político -hombre o mujer- se debe a una imagen pública, “…es el enemigo a vencer.” porque cuando ven logrado su objetivo inmediato, -cargo de elección popular o gubernamental, los artistas, los empresarios, etc.,- sienten que estar ahí es permanecer indefinidamente.

El periodista mexicano Luis Spota en su libro El Primer Día, relata no el de un presidente, más bien es El Primer Día que dejó de serlo, donde nadie ya lo cuida, nadie le pide entrevista, donde puede pasar desapercibido.

Error mayúsculo. La imagen pública se inicia, se mantiene, se busca no ser un cometa, sino ser una estrella cuya luz siga reflejándose indefinidamente y para ello, hay que invertir.

La tarea en imagen pública del Ejecutivo Federal, desde hace varios sexenios ha dejado mucho que desear y no porque en México hagan falta especialistas en el tema, sino porque la soberbia de los políticos mantiene alejados a los profesionales de la comunicación.

El vestuario y la combinación de la ropa, colores, lo adecuado según la región y temporada de los lugares que visita; el calzado; los accesorios; el peinado y corte de pelo, bigote, barba; dentadura -color, brillo, uniformidad-; etc., son elementos básicos.

La estrategia de comunicación verbal es otro de los elementos que, por lo menos a los dos últimos titulares de la presidencia mexicana, les ha fallado y mucho. El mexiquense, Enrique Peña Nieto se percató de algunos errores de dicción y hasta intentó  justificarlos. Otros, los omitió, quizá muy cansado de tanta crítica.

La comunicación no verbal también es muy significativa, desde la forma de caminar -encorvado, demasiado recto o en su defecto muy relajado-. Hasta la forma de sentarse -los codos sobre la mesa, la pierna cruzada y a qué altura, la espalda casi en el respaldo- etc.

El retrato del personaje es lo importante, es lo que el público, el ciudadano percibe del sujeto que está sentado en la Silla Grande, en el asiento que le otorgó el voto popular.

En lo local, un político muy golpeado por la pésima imagen que ha proyectado – seguramente basada en medias mentiras- es la del excelente médico Xicoténcatl González Uresti, quien se la jugó como independiente a Alcalde de Victoria en 2016 y perdió. Con los de Acción Nacional en el 2018 pudo llegar al Palacio del 17 Hidalgo.

Xico lleva poco más de 120 días como Presidente Municipal de Victoria y la percepción ciudadana, la Imagen Pública señalada líneas arriba, es pésima, pues lo identifican más como bailador, ahora viajero e insensible a las necesidades populares, que no ha hecho nada por la capital de Tamaulipas.

Un video en redes sociales lo ubica sentado en lo que pudo haber sido una calle pavimentada, 27 Ocampo, admite que la mayor parte de la ciudad está en esas condiciones, pero “…no se requiere de un bacheo, sino de repavimentación…” dice el Alcalde.

González Uresti asegura que sigue atendiendo a la ciudadanía, insiste en estar abierto a la gente, aunque los victorenses insisten en agua potable, buen drenaje, pavimentación, alumbrado y seguridad.

Xicoténcatl dice que su número de celular (8341273872) sigue siendo el mismo y que atiende personalmente las llamadas… tuve mala suerte, lo único que supe es que la línea es de la compañía T&T.